BAR LA RIBERA
A cincuenta minutos de Sevilla por
autovía, por supuesto respetando el límite de velocidad, se encuentra uno de
los parajes más desconocidos de la provincia: la Ribera del Cala, entre Santa
Olalla del Cala y El Real de la Jara, curso fluvial que hace límite natural entre
Huelva y Sevilla.
El Cala es un riachuelo que en
general, en verano y en gran parte de su cauce, está más seco que el ojo de un tuerto,
una charca por acá, otra por allá y poco más. Pero en otoño renace de sus
cenizas y el río se revitaliza, nace y corre presto entre choperas, adelfas y
tamujas, sus orillas verdean y en toda la zona las setas afloran como por arte
de magia.
Y así sigue durante el invierno y
llega a su plenitud con el estallido de la primavera, cuando sus orillas se
llenan de abejarucos, los cormoranes toman el sol, ahítos de peces, en las
peladas rocas que sobresalen del agua, los patos crían entre las junqueras y se ven jugar en el agua a
las pocas nutrias que quedan por estos lares.
Un paraje natural esplendido, una
vegetación rica y exuberante, una pródiga fauna y además de todo eso la zona
cuenta con una buena infraestructura para pasar un hermoso día de campo: Una
ruta para pasear que transita paralela al río y está perfectamente señalizada, un
montón de barbacoas para hacerle la vida más cómoda a sus visitantes, una zona
lúdica de columpios, toboganes y demás para deleite de los más peques y un
restaurante rustico donde tomar una caipiriña o meterse entre pecho y espalda
un arroz con setas acompañado con un Ribera.
El bar del que hablamos se llama,
como no podía ser de otra forma, Bar la Ribera y lo regentan durante el fin de
semana y festivos mi cuñado Rubén y su mujer Ángela.
Haciéndolo bien el sábado pasado. Yo estaba haciendo la foto |
Rubén, cuando el viernes acaba su
jornada laboral de trabajo se pone el mandil de camarero y se traslada a vivir
al bar, donde echa más horas que un tonto, sirviendo cervezas, poniendo cafés o preparando
cubatas y hablando, sobre todo hablando, con todo el que se ponga por delante y
le dé un mínimo de juego.
La artista del cotarro |
Este fin de semana pasado
estuvimos comiendo allí y nos puso una ensalada
de mango, patatas y bacalao absolutamente deliciosa, plato diez y entrante
digno de cualquier restaurante “estrellado”.
Luego nos metimos entre pecho y
espalda unos boquerones abiertos y
empanados que fueron el remate.
Pero tiene muchas más cosas y
siempre cocina algo nuevo que te sorprende: una carne con tomate casero, una
cola de toro, un arroz con setas para chuparse los dedos, etc.
Para los amantes de la carne productos ibéricos a tutiplen: secreto, pluma, solomillo, chorizo y como no un guiño a sus raíces brasileñas: picaña a la brasa de la mejor calidad.
Para los amantes de la carne productos ibéricos a tutiplen: secreto, pluma, solomillo, chorizo y como no un guiño a sus raíces brasileñas: picaña a la brasa de la mejor calidad.
La espectacular ensalada de mango y bacalao |
Los boquerones |
Pimiento relleno |
Primer premio concurso tapas 2016 |
Primer premio concurso tapas 2017 |
Merece la pena coger a tus hijos o a los amigos e irte a pasar el día a esa hermosa ribera, pasear respirando naturaleza y luego darte un homenaje como Dios manda, no os arrepentiréis.
El bar |
La piscina para los clientes y para el que no lo es. |
La carta |
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