Hace cuatro meses que mis
antiguos alumnos han comenzado el bachillerato; eso no supondría ningún cambio
si no fuera porque han comenzado una nueva vida “lejos” de su pueblo natal donde siempre han estado cobijados,
primero en el colegio y luego en el instituto de secundaria, bajo las alas
protectoras de sus padres, amigos y familiares.
De golpe se encuentran con nuevos
amigos, nuevas libertades, nuevas responsabilidades, un cambio sustancial en
los métodos de enseñanza y en los de
calificaciones al pasar de una enseñanza obligatoria a otra optativa, y otras
muchas cosas más. Todo un mundo al que
han de adaptarse y sobre todo han de saber gestionar bien.
Mis seis queridas alumnas haciendo el ganso, cosa muy habitual en ellas |
Me he reunido con cuatro de ellas
(Ana, Ángela, Cristina y Virginia, por estricto orden alfabético) y
compartiendo un refresco (yo una cerveza) hemos departido largo y tendido de
todo esto. Os las presento y luego leemos el resumen de sus impresiones y
expectativas, de sus dudas y de sus sueños, de sus añoranzas y de sus
descubrimientos, de todo lo que se les ocurrió contarme y contarse entre ellas.
Ana es risa y tesón a partes iguales. Cuando ríe no para, lo hace
compulsívamente hasta que las lágrimas le ornan la cara; cuando trabaja
tampoco, tenaz hasta la extenuación, pregunta una y mil veces, lo anota todo
con extrema pulcritud como si fueran pequeños tesoros, como si el futuro, su
futuro, dependiera de esas notas guardadas. Siempre lo ha tenido claro y sus
anhelos se han ido reforzando con el tiempo, su lema “el que la sigue la consigue”. Ana, no tengo la menor duda, lo conseguirá.
Ángela disfruta. Tiene una extraña chispa en la mirada que te hace
dudar, cuando te dice algo no sabes si socarronamente se está burlando de ti, constantemente
esos ojos te sondean, bastan mirarlos para sentirte derrotado de antemano. Ella
y yo hemos jugado largamente a picarnos, yo a retarla diciendo que bajo ningún
concepto iba a aprobar el próximo examen, ella a ganarme una y mil veces la
apuesta. Engañoósamente falaz rebosa bonhomía, esa es exactamente la palabra que
la define, como dice la RAE: Afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el
carácter y en el comportamiento.
Cristina, siempre un punto de tristeza en los ojos, como si portara una dura carga de responsabilidad |
Cristina es la inteligencia tranquila, el saber siempre donde está
y que hay que hacer, la más correcta políticamente y también, sin duda, la más dotada académicamente de las cuatro.
La madre protectora de sus compañeros; cuantas veces, cuando he regañado a
alguien, no la habré oído decirme “maestro, pobrecito….”. He vivido,
aunque le cueste creerlo, cuatro años de
constante idilio con ella, peleándome día a día para que creciera y mostrara
todo ese potencial que atesora. Siempre ha sido la guía de mi clase, el farol
donde yo miraba para saber si se había entendido o no una explicación
farragosa. Le he exigido mucho, pero ahora cuando la veo me siento orgulloso de
ella.
Virginia era adulta ya cuando estaba en primero; seria, coherente
con sus ideas, tranquila y con un discurso bien trenzado. Cuando a sus
compañeras les faltaban las palabras sistemáticamente ella salía en su ayuda
con “verás, lo que quiere decir……”. Siempre al quite, siempre un punto de
referencia en el aula en el que en algún momento sus compañeros volvían la
cabeza hacía ella como los barcos buscan la luz de un faro en noches de
galerna. Ahora, recién cumplidos los 17, se adorna con una espléndida madurez y
una radiante sonrisa que lo llena todo.
Y comenzamos la charla:
Ricardo: ¿Cómo habéis vivido el cambio
de vuestro instituto en el pueblo a otro fuera del entorno familiar? Hablemos
de este primer trimestre
Ana: Bestial, llegas de un
sitio donde tú eres la mayor a otro donde eres el último mono, me sentía una
hormiguita extraña, tardé unas semanitas en empezar a acostumbrarme.
Cristina: Lo más duro
levantarse tan temprano
Ana: Eso, eso, lo de madrugar
fatal, buff….. no quiero ni contarte, me
he llevado 15 días literales con un ataque de nervios metidos en el estómago
que hasta me ha hecho llorar.
Virginia: Pues yo, la verdad,
estoy encantada, el año pasado estaba deseando estar aquí y ahora estoy requetebien.
Al principio un poco nerviosa, pero ahora….
Ángela: Yo tenía mucho miedo
por los estudios, pero la verdad es que no he notado gran diferencia.
Cristina: Yo ahora me siento
más independiente y me gusta la sensación. Constantemente estoy descubriendo
cosas y todo me parece muy divertido. Echo de menos a algunos profesores, las
explicaciones y la atención que nos ponían son totalmente distintas a este año,
ahora nos tratan como adultos, cosas que a veces nos beneficia y otras nos
perjudican.
Virginia: Yo en estos tres
meses si algo he aprendido es que nunca te van a dar las cosas hechas y que
quejarse a los profesores casi nunca
sirve para nada y que en lo único en que debemos confiar es en nuestro esfuerzo
Ana: Hemos tenido suerte de
que nos haya tocado una clase muy buena, con un gran ambiente entre compañeros
y de que todos venimos a lo que venimos, es decir, a sacar una nota alta.
La charla transcurre distendida,
sin atropellos, con soltura y familiaridad; sabiendo que hablan cuatro amigas
que lo son desde siempre y un espontaneo al que le han abierto un huequecito.
Yo procuro no intervenir y me asombro del grado de confianza que me muestran, es
una sensación extraña y placentera el hecho de que me hayan admitido con tanta
naturalidad en su círculo, de que se pongan a hablar conmigo como un igual y no
como el profesor que durante cuatro años las ha machacado a bases de
ecuaciones, teoremas y demás parafernalias, cierto es que yo tampoco las veo
como las alumnas que tuve, ahora, a mi ojos, gozan de otro estatus, son bastante
más aunque ese más es difícil de definir.
Ahora, cuando ya llevamos un rato
de charla llegan presurosas dos nuevas alumnas a incorporarse a la charla:
Laura no es Laura, es Laurita, la más pesimista de todas; siempre
agobiada, siempre infravalorándose, siempre con la misma cantinela “esto no me sale, voy a suspender seguro”,
siempre presente la sombra de su hermana, siempre pidiendo disculpas sin tener
que hacerlo. Esto académicamente hablando, porque luego es un terremoto gesticulante;
histriónica de risa fácil siempre presta a echar una mano a quien lo necesite,
a alegrarle el día a cualquiera. Sabe reírse de sí misma lo que la engrandece, muy
buena amiga de sus amigos. Si algún día cumple su sueño de trabajar como
enfermera (lo hará seguro) me alegraré infinito por ella pero aún más por los
pacientes a los que amorosamente cuidará.
Marta, gitana guapa, sentía y simpática |
Y seguimos charlando:
Ricardo: Hablemos del pasado ¿Tenéis añoranza de algo? ¿Se os ha
quedado algo en el tintero? ¿Se ha cerrado un capítulo en vuestras vidas?
Ángela: De nada, no me
arrepiento de nada.
Virginia: Es que yo creo que
no he cerrado ningún capítulo de mi vida, que realmente pasaré a una nueva
etapa cuando llegue a la Universidad, que este es otro pasito en post de algo
más importante.
Marta: Yo sí que echo de
menos la complicidad con los profesores e incluso con el director.
Ana: hijas, yo no sé ustedes,
pero a mí me faltan los momentos de risas, esos que me dolía la barriga de
tanto reírme y hasta se me saltaban las lágrimas.
Cristina: Yo, estoy segura,
añoraré la gran fiesta de fin de curso, que aún se me ponen los pelos de punta
al recordarla y sobre todo el vals. Inolvidable. También tengo que decir que me
acuerdo en especial de algunos profesores, bueno, eso ya lo hemos hablado muchas
veces entre nosotras.
Laura: Es cierto Cristina,
algunos profesores te dejan huella. Yo si de algo me arrepiento (aunque no
mucho) es de que tenía que haber cogido un poco más de hábito de estudio.
Cristina: Yo de no haber dado
todo lo que pude en su momento, de poder sacar más y no hacerlo y decepcionar a
aquellos que esperaban algo más de mí, pero ahora no se puede volver atrás y
rectificar como lo estoy haciendo. Este año me va incluso mejor que el
anterior, y eso me anima mucho a seguir
así.
Virginia: Yo he sentido como
he ido creciendo en estos cuatro años, como he madurado y me he formado.
Ana: Yo estoy superorgullosa
de lo que hice, me esforcé al máximo, di todo lo que puede dar de mi misma, me
lo pasé super bien y encima todo ese esfuerzo tuvo una recompensa con la que yo
no podía ni soñar. Nunca pude imaginar que yo iba a ser capaz de eso, fue
maravilloso poder recompensar a mi familia, amigos y a mí misma.
Marta. Yo tenía que haber
aprovechado más el tiempo
Ángela: Yo hice lo que pude y
no me puedo quejar, ninguna nos podemos quejar
Ricardo: Efectivamente ninguna os podéis
quejar, las seis os podéis dar con un canto en los dientes de lo bien que
habéis escapado estos cuatro años, aunque efectivamente algo habéis hecho para
merecerlo. Cambiemos de tema. Ahora vais todas las mañanas a Sevilla, estáis fuera del
entorno familiar, podéis salir del instituto cuando os plazca o hacer rabona,
es decir gozáis de una generosa dosis de libertad ¿Cómo la gestionáis?
Ángela y Laura, binomio inseparable y bromistas avezadas. |
Marta: Libertad???? Pero eso
que es????????, jajajaja. En estos
momentos no creo que pueda hablar de libertad.
Virginia: A mí me hace mucha
gracia cuando algún compañero raja de algún profesor por haber suspendido y
luego veo su boletín de notas con chorrocientas faltas injustificadas. Desde
luego eso de poder entrar a clase o no
es una novedad que a algunos les ha pasado factura al final del trimestre y,
gracias a Dios, en mi caso no ha sido así.
Laura: Yo no me he saltado ni
una clase y solo salgo en el recreo si se me antoja un bocadillo o si me
apetece una chuchería del kiosco de enfrente.
Cristina: Yo creo que es
bueno que el instituto esté lejos del entorno familiar, la libertad que tenemos
nos prepara para lo que viene después. A mí me encanta que el instituto esté en
Sevilla, salir en el recreo a ver alguna tienda o quedarme el viernes a comer
allí, esas cosas. Otra cosa es saltarse las clases, si te saltas las clases
¿Para qué estás aquí?. Yo este trimestre me he saltado una para estudiar un
examen. Creo que soy bastante buena en este aspecto. Jajaja..
Ana: Yo estoy de acuerdo con
mis compis. Yo también soy muy responsable y sé cómo puedo tomarme la libertad.
Hay gente que se salta las clases y demás y yo pienso y me digo: si estás en bachillerato,
supuestamente es porque quieres estudiar algo en un futuro y necesitas que esto
te suba la nota. Si te saltas las clases bajas de nota, entonces ¿Para qué lo
haces?. Yo en eso de la libertad voy bien.
Marta: Supongo que yo ahora le
dedico menos tiempo a la familia como me gustaría, pero es algo que no me
preocupa porque sé que no me van a dejar sola.
Ana: A mí me encanta la
libertad, me siento mayor, nadie me dice que si tengo que estudiar, que si
tengo un examen…Tú te lo guisas y tú te lo comes y si lo estás haciendo mal tú
te tienes que dar cuenta y si lo haces bien también. Te tienes que buscar las
habichuelas por tu cuenta.
Ángela: Resumiendo, estoy
encantada.
Toda una vida juntas, y lo que les queda. |
Ricardo: Ahora vais todas las mañanas a Sevilla, estáis fuera del
entorno familiar, podéis salir del instituto cuando os plazca o hacer rabona,
es decir gozáis de una generosa dosis de libertad ¿Cómo la gestionáis?
Marta: Libertad???? Pero eso
que es????????, jajajaja. En estos
momentos no creo que pueda hablar de libertad.
Virginia: A mí me hace mucha
gracia cuando algún compañero raja de algún profesor por haber suspendido y
luego veo su boletín de notas con chorrocientas faltas injustificadas. Desde luego
eso de poder entrar a clase o no es una
novedad que a algunos les ha pasado factura al final del trimestre y, gracias a
Dios, en mi caso no ha sido así.
Laura: Yo no me he saltado ni
una clase y solo salgo en el recreo si se me antoja un bocadillo o si me
apetece una chuchería del kiosco de enfrente.
Cristina: Yo creo que es
bueno que el instituto esté lejos del entorno familiar, la libertad que tenemos
nos prepara para lo que viene después. A mí me encanta que el instituto esté en
Sevilla, salir en el recreo a ver alguna tienda o quedarme el viernes a comer
allí, esas cosas. Otra cosa es saltarse las clases, si te saltas las clases
¿Para qué estás aquí? Yo este trimestre me he saltado una para estudiar un
examen. Creo que soy bastante buena en este aspecto. Jajaja..
Ana: Yo estoy de acuerdo con
mis compis. Yo también soy muy responsable y sé cómo puedo tomarme la libertad.
Hay gente que se salta las clases y demás y yo pienso y me digo: si estás en bachillerato,
supuestamente es porque quieres estudiar algo en un futuro y necesitas que esto
te suba la nota. Si te saltas las clases bajas de nota, entonces ¿Para qué lo
haces?. Yo en eso de la libertad voy bien.
Marta: Supongo que yo ahora le
dedico menos tiempo a la familia como me gustaría, pero es algo que no me
preocupa porque sé que no me van a dejar sola.
Ana: A mí me encanta la
libertad, me siento mayor, nadie me dice que si tengo que estudiar, que si tengo
un examen…Tú te lo guisas y tú te lo comes y si lo estás haciendo mal tú te
tienes que dar cuenta y si lo haces bien también. Te tienes que buscar las
habichuelas por tu cuenta.
Ángela: Resumiendo, estoy
encantada.
. Irreverentes. Si no te ríes te pierdes parte importante de la vida. Estas desde luego ustedes nos os perdéis nada de nada. |
Ricardo: Muy responsables os veo, eso quiere decir que de alguna u otra manera algo en vosotras ha tenido que cambiar. ¿Cómo os sentís, habéis madurado?
Ana: Yo misma no se decirte
si he madurado o no o cuanto he madurado, pero seguro que algo sí porque no me
quedaba otra, digo yo que si me he acostumbrado al Politécnico algo he tenido
que madurar para poder hacerlo.
Cristina: Yo no sabría
responder a esa pregunta, creo que he madurado en cuanto a saber organizarme.
Ángela: Digo yo que es muy
poco tiempo para cambiar así de pronto, yo me veo igual que antes pero en un
sitio distinto. De lo que sí me he dado cuenta es de que hay que poner más
empeño para conseguir las cosas y también que han cambiado mis pensamientos respecto
a los estudios. Todo es más serio y como más importante.
Ana: Yo he aprendido a
expresarme, a pensar antes de hablar (eso nos lo decías tú un montón de veces),
a saber resolverme las cosas, a planificar los estudios, et, etc.
Marta: No lo sé, no tengo ni
idea. Quizás lo único que tengo claro es que tengo que aprovechar la oportunidad
que me están dando mis padres y que lo tengo que hacer yo sola, cuando pienso
en eso (tampoco todos los días, la verdad) entonces siento responsabilidad.
Laura: Pues yo lo tengo claro,
he madurado bastante y quiero luchar por lo que realmente quiero. Me lo estoy tomando muy en serio y aunque se me
ha torcido una asignatura estoy segura de que voy a poder con ella.
Virginia: En mi caso hay
matices que tengo que pulir, como por ejemplo conformarme quizás con demasiado
poco, en ese aspecto y en algunos otros me queda camino por recorrer.
En el viaje de fin de curso del año pasado |
Llevamos más de una hora
hablando, bueno ellas hablando y escuchando, y ya es tiempo de acabar, pero no
sin antes plantear una última cuestión.
Ricardo: Hablarme de vuestras expectativas
Marta: Las mías son muy
fáciles de decir, tener un futuro digno que me haga sentir orgullosa de todo lo
que he hecho para hacerlo realidad.
Ángela: Yo llegar a hacer una
carrera universitaria de economía o AD, todavía no lo tengo claro, pero tengo todas
las esperanzas de llegar a conseguir alguna de ellas.
Virginia: Mis expectativas... para empezar acabar 1°. No me gusta centrarme demasiado en el futuro, cuando ni siquiera se que voy a comer mañana. Prefiero pensar en el presente, que es que estoy a mitad de curso, y cada día tengo como objetivo terminar con mejores notas . Sinceramente, no sé realmente que me gusta, porque siempre he estado orientada a la ciencia (como biología, física, etc..) Pero nunca rechazo algo mas artístico como el diseño. Pero bueno.. resumiendo,
Mi expectativa es acabar bachiller y quitármelo del medio lo mas rápido posible, con una nota suficientemente alta para que, cuando sepa realmente que quiero hacer, tener la posibilidad de hacerlo.
Siempre he pensado que no me gustaría trabajar en algo rutinario. Es decir, no me imagino levantándome a las 8 y volviendo a la hora de comer todos los días. Dentro de unos años me veo montando alguna empresa la cual gestionaría yo misma, en la que yo tuviera mi horario y decidiera con quien quiero trabajar..
Me muero por viajar, conocer cosas nuevas, y mi trabajo no debería impedirme hacer todo eso que me gusta, entre otras cosas, como montar a caballo, o hacer deporte... o relajarme de vez en cuando con mi violín. Siempre he sido independiente y creo que en mi futuro eso no tendría por que cambiar
Cristina. Estudiar mucho
durante estos años de bachillerato, pasármelo tan bien como lo llevo haciendo
estos tres primeros meses y sacar muy buena nota en selectividad para poder
elegir la carrera que quiera, la cual no tengo decidida.
Laura: Lo mío y por este
orden es: aprobar todo primero de bachillerato, hacer un segundo curso con una
buena nota media, sacar la selectividad, entrar en enfermería, coger plaza en
el Virgen del Rocío o cualquier otro de Sevilla, ponerme una bata blanca,
ayudar a todas las personas que me necesiten de la mejor manera que pueda y……
Ana: Muchas y altas, yo no sé
si será malo o bueno, pero las tengo. Acabar el bachillerato con una media alta
para que me ayude un poco en selectividad y poder entrar en medicina. Si no
entrara, como no quiero otra cosa, me metería en un módulo superior y al
terminarlo me presentaría alas específicas de medicina y entraría.
Seamos positivos, entró en la carrera el primer año, no descarto irme de
Erasmus 1 año a estudiar donde sea. A la vez estaría en una academia para
sacarme el Fist. La especialidad aún no la he decidido, pero me gusta
cardiología o neurología, aunque no descarto cirugía. Cuando termine encontrar un
buen puesto de trabajo para toda la vida donde desarrolle todo lo que he
estudiado y….
Ricardo: Ana, cariño, corta
corta, ¡Que barbaridad!¡Que planificación! Supongo que también tendrás
perfectamente pensado cuando te vas a casar, cuántos niños vas a tener, donde vivirás,
que coche te vas a comprar con el primer sueldo, cual será tu primer gran
viaje, etc, etc.… ¡Qué barbaridad!
Un día cualquiera del curso pasado cuando aún estaban bajo mi férrea mano |
Cuando acabe el curso nos veremos y a ver que os ha deparado la
fortuna.
Magnifico y gratificante ratito.
Dejadme vuestra opinión, me interesa muy mucho. Ya sabes como se hace: abajo del todo de la página hay un cuadrado donde pone "introduce tu comentario", ahí es donde lo escribes; un pelín más abajo pone "comentar como" ahí selecciona tu perfil y ya sólo tienes que darle al botón de publicar.
Dejadme vuestra opinión, me interesa muy mucho. Ya sabes como se hace: abajo del todo de la página hay un cuadrado donde pone "introduce tu comentario", ahí es donde lo escribes; un pelín más abajo pone "comentar como" ahí selecciona tu perfil y ya sólo tienes que darle al botón de publicar.
Se ve que te llevas bien con ellas
ResponderEliminarEfectivamente me llevo muy bien con ellas; cosa realmente extraña que goce de ese privilegio, teniendo en cuenta mis circunstancias: jefe de estudios, con bigote y que para más inri dando matemáticas
Eliminar¡Me encanta! Muy buen post "profesor"
ResponderEliminarGracias Enrique. Siempre tan positivo. A ver si tu sigues la misma senda
EliminarYo sigo igual de "gorfo" ^^
ResponderEliminarCarlos simplemente no me lo creo, ni lo has sido ni lo eres. Lo tuyo es pura pose de cara al público, pero yo te tengo calado
EliminarMe alegra volver a ver a Don Ricardo... y saber que se lleva tan bien con sus alumnas yo en su dia fui una y conozco a algunas de las chicas y se que es total verdad lo que dice de ellas, bonitas palabras un beso para el profe!!
ResponderEliminarMuchas gracias Rosalia. Tu fuiste una muy buena alumna, sin duda si en lugar de estar un solo año conmigo (cuarto) hubieses estado cuatro como han estado estas petardas tendríamos la misma relación que tengo con ellas. Un beso
EliminarBuenas Jefe:
ResponderEliminarLo que más me gusta es que te siga interesando qué es de ellas, ahora que no son tus alumnas, y que no sólo le dediques este post, que ya dice mucho, si no que te apetezca, necesites, las busques y disfrutes escuchándolas. Es la afectividad la que suele triunfar muy por encima de todos los métodos posibles, leyes, curriculum y recursos, y de eso es de lo que me habla esto que escribes.
Gracias por compartir estas cosas.
Un abrazo
Gracias por tus palabras Puri. Efectivamente me siguen interesando y mucho. No se rompe un vínculo de cuatro años de un día para otro, máxime cuando la relación ha sido magnifica tanto a nivel académico como personal.
EliminarMe siento orgullosa de haber podido ser una de tus alumnas durante estos 4 años y solo puedo decirte que gracias a ti he crecido en todos los sentidos posibles. Esta entrada demuestra lo grande que eres y la vocación que tienes por tu trabajo, es maravilloso lo que haces!!
ResponderEliminarAna no me des más la coba que ya no te puedo poner mas nueves o dieces. Gracias
Eliminarnos encanta poder seguir teniendo contacto contigo aunque ya no seas nuestro profe, volveremos a visitarte y a tener otra conversación tan agradable como esta. Me ha encantado la entrada, muchas gracias por añadirnos a tu gran blog.
ResponderEliminarCristina ustedes me seguís viendo como vuestro profe y lo seguiréis haciendo, yo ya casi no os veo como mis alumnas. Gracias bonita y por supuesto que nos veremos cuando queráis, ya sabéis donde estoy todos los días desde las siete de la mañana, de hecho a muchos de ustedes os saludo a esa hora cuando, aún dormidos, vais a coger el autobús para Sevilla. Un beso
EliminarEs muy bonito, me ha encantado y a mis padres también. Eres y serás un gran profesor y persona. Eres un ejemplo. Un besito
ResponderEliminar(Ángela)
Gracias Ángela. ¡Con lo que nos hemos peleado tu y yo! y ahora, fíjate, como buenos amigos. Un beso
EliminarLlego tarde, pero llego. Me ha encantado el artículo. Muy atinados los "perfiles psicológicos": se nota que las conoces bien.
ResponderEliminarMe acuerdo muy bien de los ataques de risa de Ana, ante los que yo mismo tenía que contener la risa, y de cómo se convertía en una "ametralladora de preguntas" (dándole vidilla a la clase); de los arranques de Ángela, que me decía con ese gesto de desconcierto que me hacía tanta gracia: "¡Profesor, eso yo no lo entiendo!" (al final siempre lo entendía); de la transformación de Cristina que cambió de alumna pasiva a alumna brillante (entregarle sus exámenes con dieces era para mí una satisfacción aun mayor que para ella); de los divertidos lamentos de Laura, que acabó cogiéndole el tranquillo a la asignatura y al profesor; de Marta, siempre caminando por el filo de la navaja con una sonrisa (me bastaba mirarla como diciéndole: "Marta, Marta, que te vas a caer..." y ella se reía); y de Virginia, que es una de las alumnas más serenas y coherentes que he tenido (por cierto, magnífico el retrato de su padre).
Y de muchos otros alumnos: de Carlos (a quien leo y con quien tenía una complicidad silenciosa, pese a su tendencia a disfrazarse de "malote"), de Inés (que sonreía tímidamente ante mis bromas en clase y era toda amabilidad y agrado), del simpático David (que me soltó uno de los mejores piropos que he recibido nunca: "Francisco, eres el único profesor que me suspende y que me cae bien")... y de muchos otros; pero lo dejo aquí o acabaré hablando de todos ellos.
Y, más allá de los estudios, os deseo a todos que disfrutéis de la libertad: de esa sensación de que, para lo malo y sobre todo para lo bueno, sois responsables de vosotros mismos. Y, como no podía faltar en un profesor de literatura, un poema dedicado a vosotros:
http://www.youtube.com/watch?v=YZVkSIhceJ4
Me encanta el comentario...y tambien me llena de satisfacción que en solo un año que compartimos clase, te hayamos dejado un recuerdo pequeñiito de cada una de nosotras! ! Muchas gracias por el comentario y espero que le valla tan bien como a nosotras...y ya nos pasaremos por allí. A ver si nos invitan a algo....jejeje
Eliminar¿ Qué se puede decir después de estas maravillosas palabras de dos grandes profesores? A uno lo conozco desde hace 4 años y tal era nuestra confianza que hasta me partió un lápiz para que no escribiera y atendiera a la explicación (luego me regaló un lápiz nuevo jeje) y Francisco.... Con sus "queridísimos" exámenes diarios. Tengo quee reconocer que gracias a toda la caña que nos diste ahora estamos mejor preparados para esta nueva etapa.
ResponderEliminarUn besazo muy fuerte para los dos y pronto volveremos a ir a visitaros y a buscaros clase por clase aunque nos cueste otra riña de las conserjes jajaja
Puedo decir con total seguridad que 4° para mi fue el unico año en el que le gua y literatura me gusto de verdad. Todavia conservo esos textos a analizar tan imteresantes, o esas frases corregidas exhaustivamente,... ahora miro a muchos compañeros de clase, que no entienden algo y me llena de orgullo haber tenido a unos profesores tan grandes como los que he tenido. Al igual que Marta, despues de estas maravillosas palabras por parte de los dos, no queda mucho mas que decir, solo, gracias por habernos formado ya sea en 4 años como en 1. Espero haceroa unos visitilla pronto. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarBueno, me enorgullece muchîsimo escuchar palabras tan bonitas de dos profesores como vosotros. Aún recuerdo esas tardes estudiando los examenes diarios , esos análisis morfosintácticos y esos comentarios críticos que hoy en día sé hacer después de toda la caña que nos diste..
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de que aunque haya sido durante 1 año, lo haya tenido como profesor de lengua.
Nos pasaremos a visitaros pronto a daros un poco la tabarra jeje
Un beso fuerte
Hola a las tres. ¡Pues claro que sí! Pasaos cuando queráis por el instituto. Me alegrará mucho veros y que me contéis cómo os van los estudios y la vida. Si sois listas, os pasaréis a la hora del desayuno. Seguro que algún antiguo profesor os invita a un cafelito. ;)
ResponderEliminarUn abrazo, salud y alegrías.
Jajajajaja seremos listas y nos pasaremos a la hora del desayuno!
ResponderEliminarMe alegra muchísimo que os acordeis de nosotras y las palabras que nos habeis dedicado. Por supuesto que nos pasaremos por el instituto, nos encanta ir y hablar con todos los profesores de los que tanto nos acordamos. Os vere pronto, saludos.
ResponderEliminarHay que daros gracias por dedicar vuestro tiempo para decirnos y recordarnos esos comentarios tan bonitos. Sois unos grandísimos profesores y no solo como profesores si no como personas. Recuerdo sobretodo cuando nos llamaba "modorras" (con cariño) cuando no entendiamos nada y agobiabamos a Ricardo, tambien esos examenes diarios torturadores que nos hacia Francisco pero que ahora le agradecemos. Bueno, ya mismo volveremos a pasar ppr alli y daros un pelin la lata. Un besito
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