jueves, 20 de noviembre de 2014

RISOTTO DE BOLETUS Y LANGOSTINO


Este viernes pasado estaba oyendo en Onda Cero al Carlitos Herrera y a sus colaboradores habituales en el arte del buen comer disertando sobre el onírico mundo de las setas, el otoño, la caza y la gastronomía, que si ahora una recetita por aquí, ahora este restaurante donde ponen este magnífico plato de colmenillas, que si patatín que si patatán y en esto que uno de ellos, no recuerdo quien concretamente, lanza al aire de las ondas una idea genial y sencilla para acentuar el sabor de un buen risotto de boletus.




 Al loro que la cosa es bien sencilla y el resultado espectacular: Reservar uno de los boletus (a ser posible uno bien formado para que luego luzca en el plato) laminarlo muy finito y pasarlo por una sartén caliente donde habremos puesto un chorreón de un buen aceite de oliva puro virgen, hacerlos hasta que cojan ese precioso color dorado propio y a la hora de presentar el risotto coronar el plato con las láminas doradas y regar el arroz con el aceite de la sartén.

El boletus reservado y laminado


Una bombilla, una bombilla se me encendió y dicho, pensado y hecho. Esto lo pongo yo en marcha ya, pero que ya, y encima le meto unos langostinos para rematar la faena.


Ingredientes:

Arroz tipo bomba

Boletus

8 o 10 langostinos

1 cebolla, 1 diente de ajo

1 vasito de vino blanco

Caldo sacado de la cocción de las cabezas de los langostos.

Aceite, sal y pimienta blanca molida

Nata para cocinar espesa.



Manos a la obra:



Picamos muy fina la cebolla y el ajo y lo pochamos con todo el cariño del mundo, sin prisa y a fuego muy lento, que se vaya haciendo muy poquito a poco. Yo me demore casi 20 minutos, durante los cuales pele los langostinos, los partí transversamente por la mitad, laminé el boletu que reserve para el final e hice el caldo como sigue: en una olla puse un fondo de aceite y puse las cabezas y las carcasas, las dore a fondo para potenciar su sabor, las apreté bien y después las cubrí de  agua para que cocieran y sacarle todo su sabor.




Una vez la cebolla y el ajo listo añado los boletus laminados, salpimentamos y seguimos a fuego lento con la faena otro ratito curioso. Durante este tiempo cuelo el caldo y reservo.



Pongo el vino, dejo que evapore el alcohol y añado el arroz, rehogo y le pongo su caldito. Rectifico de sal por si las moscas.



4 minutos a fuego fuerte y el resto a fuego bajo, cuando ya esté casi a punto le pongo el chorreón de nata líquida y muevo enérgicamente con la paleta para aglutinar todos los sabores (a los amantes del queso sustituir la nata por un buen queso que se funda con facilidad y sea muy suave para no enmascarar los sabores). Reservar.



Campanazo final: En una sartén con un par de cucharadas de aceite doré someramente los langostinos, simplemente para que tomen color, con mucho cuidado de no pasarse y que se queden secos, los aparte y  después marqué las láminas de  los boletus.



Emplatamos lo mejor que podamos y listo para degustar esta maravilla.

Suculento

Alea iacta est.

Veni, vidi, vici.


1 comentario:

  1. Me sigues poniendo los dientes largos con tus boletus, jejejej El otro día comimos Belén y yo níscalos pero nada que ver, ni fu ni fa, ya sabes... Me anoto el truquillo final, desde luego, una presentación fantástica! Un beso.

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