20/10/2013. CATALINA, CASA DE COMIDAS Y MAS

CATALINA, casa de comidas y más

Hoy voy a comenzar la casa por el tejado.

Este domingo he tenido la suerte de visitar un establecimiento que, sin duda alguna, se va a  convertir, si de hecho no lo es ya, en un lugar de referencia de la nueva hostelería sevillana; como diría Estopa estos tíos vienen “partiendo la pana”

Cuando digo estos tíos me refiero a un par de jóvenes (Alberto y Gonzalo, el primero ejerciendo de jefe de sala, el segundo de chef) que se han embarcado en una espléndida aventura y la están llevando a cabo con  gran éxito. El local donde ejercen su maestría se llama Catalina, casa de comidas y más, sito en la Plaza Padre Jerónimo de Córdoba, 12 y 13, teléfono 954 563 687. El local donde ejercen su maestría es un espacio con mayúsculas: tres ambientes diferenciados, terraza exterior, comedor y entre ambos una zona intermedia de mesas altas donde se ubica la espectacular barra que sirve de inmenso expositor de lo que este establecimiento ofrece, no sólo para consumir en él sino también para llevar a casa; todo y cada uno de sus platos se pueden solicitar para degustar en casita acompañado con un buen vino.

Mi hija y unos amigos (Dede, Espe, Juan y Mariluz) en la terraza

Antes de entrar  a comer hemos compartido en la terraza un rato de charla y risas con un grupo de amigos. Buen tiempo otoñal, conversación fluida y amable, tres cervezas por barba y un aperitivo de Pintxo donostiarra de txistorra artesana (6,5 €) la media ración. ¿Qué mejor preludio de un buen almuerzo?

A la rica chistorra

Hemos escogido para comer una mesa alta junto a los ventanales que dan a la plaza, nos saludan tanto Alberto como Gonzalo y nos atiende una encantadora chica llamada Marta que ejercerá de nuestra cicerone durante toda la comida.

Pedimos vino, Dehesa Gago, de Toro 15 €, nos tomamos 6 copas, mi hija como siempre Coca-Cola Zero (1,60 €)

Vista de la barra  y el expositor

Empezamos por Tosta de sardinas marinadas con aguacate y romesco (3,50 €). Somos los tontos de las sardinas, allá donde vamos y hay posibilidades la pedimos y muchas veces salimos escaldados, justo es decir que en este caso no fue así. Buena, bonita y barata. Dos unidades muy bien presentadas, con la textura apropiada y bien condimentadas. Un toque la salsa romesco.

Seguimos con canelón crujiente de cola de toro con setas y patatas trufadas (4,50 €). Una pasada. En el concurso de tapas Sevilla en boca de todos de este año quedó finalista con un octavo lugar, inmerecido lugar a mi juicio. El plato es redondo. La cola de toro, el brik, las setas (chantarelas) y las patatas se complementan a la perfección. Sin duda una de las mejores tapas que he comido este año. Por cierto si su tapa no ganó el concurso sí que lo ganaron al local con mejor servicio

La verdad es que con estas dos tapas íbamos sobre seguro puesto que ya las conocíamos y nos encantaban. A estas alturas ya teníamos decididas cuales iban  a ser nuestras siguientes elecciones de la amplia carta, pero Marta nos informó de las ofertas que ese día tenían fuera de carta y cambiamos el guión. Nos decidimos por tres medias raciones.

Huevos rotos con chipirones en su tinta (9,50 €). Yo he probado huevos rotos de muchas formas, pero esta es absolutamente novedosa para mí y el resultado de los huevos, las patatas, los chipirones y todo napado con la tinta en cojonudo.

Seguimos con Gratinado de brandada de Bacalao (8,50 €). A mi mujer el bacalao le puede, se postra a sus pies y le rinde pleitesía a la menor oportunidad, y en esta ocasión no fue menos y con merecimientos. El plato, en realidad la cazuela, es una barbaridad bárbara para dos personas, está bien para cuatro comensales mínimo, pero para dos es sencillamente excesivo;  aun así dimos buena cuenta del mismo. Si le tengo que poner un pero, que no se lo merece, diría que me hubiese gustado un poquito menos molido, sentir las hebras del pescado, pero vamos esto es por rizar el rizo.

Acabamos, por fin, con Tataki de presa ibérica con verduritas (8,50 €). Mi señora y yo, ahítos ambos, le dejamos el protagonismo del plato  a Rocío, que como buena carnívora que es dio cumplida cuenta del mismo. La carne en su punto y las verduritas con un toque de soja.

Mi dos mujeres no contentas se pidieron un postre de chocolate artesano (3,50 €) que eligieron de una bandeja que nos presentaron en la mesa y mi hija además se llevó una ración de tarta de chocolate para la merienda. Con respecto al postre sí me pareció excesivo el precio de 3,50 € para la cantidad del mismo.

El primero que se ve en esta esquinita fue el elegido

Para rematar la fiesta la casa nos invitó a un mini-gin-tonic para rebajar el ágape.

En conjunto la fiesta nos salió por 62,70 € (20,90 € por cabeza). Sinceramente creo que la relación calidad-precio-servicio-atención es excelente y estoy seguro que este conjunto hará de este establecimiento un lugar emblemático.

El bar está justo donde cojo el autobús para casa cuando voy al centro, vamos que me viene al pelo para tomarme la última copita de recogida.

Mis felicitaciones a Alberto y Gonzalo

PUNTUACIÓN DEL ESTABLECIMIENTO: 8:25

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