domingo, 29 de enero de 2017

BACALAO CON TOMATE


Esta es una de las recetas con más solera del ideario gastronómico patrio.

Cuanto le tenemos que agradecer al conquistador español Hernán Cortés el habernos traído, entre otras muchas cosas, esa maravilla mejicana a la vieja Europa. Sí señor, entre las papas del Perú y los tomates mejicanos se revolucionó la cocina de todo el viejo continente y ambas tuvieron y tienen una vital importancia en multitud de platos de todas las regiones de nuestra vetusta piel de toro. Se puede concebir un veranito en Andalucía sin su gazpachito, o unas papas a la riojana para combatir los fríos del invierno, o una cervecita sin su pincho de tortilla de patatas, o unas papas a lo pobre. O un tomate rajao con sal, unas gotas de Aove y su miaja de orégano rociado por to lo alto, o……..

El tomate, Cortes y el bacalao, tres patas para un banco


¿A que no? Pues hoy toca plato de cuaresma, de esos de toda la vida del mundo mundial cuando comer carne era pecado  mortal a no ser que tuvieras pudientes y te pagaras la bula de la Santa Cruzada y entonces sí, entonces te podías poner guarro comiendo guarro o lo que se te antojase. Los jodios curas llevan haciéndonos la vida imposible desde el principio del principio y, lo que es peor, no se casan, digo no se cansan.

A lo que iba: BACALAO DESMIGADO CON TOMATE.

INGREDIENTES:

Una bandeja de trozos de bacalao salado
Una lata de tomate entero pelado marca MARTINETE
1 cebolla, un pimiento y tres o cuatro dientes de ajo.
Sal, azúcar y aceite.

Lo primero de lo primero es desalar el bacalao. Se lava bien debajo del grifo y se le quita toda la sal fina que lo recubre, acto seguido se pone en un bol con abundante agua que lo cubra holgadamente. Como suelo comprar unas bandejas en las que el bacalao ya viene en trozos pequeños y no muy gruesos, suelo tenerlo en agua fría sobre 30 horas cambiándola al menos en tres ocasiones. Una vez está en su punto viene el proceso de desmigarlo en trozos pequeñitos eliminando cualquier atisbo de piel o raspa.

Así viene en las bandejas

Desalándose

Ya desmigado

Empezamos la faena pochando a fuego lento la cebolla y el pimiento muy picadito y durante todo el tiempo que haga falta agregamos los ajos fileteados, un poco de sal para que todo sude y rematamos la faena del pochado. Sin prisas, que las prisas son malas consejeras.

Pochándose la cebolla, pimiento y ajo

Separamos el cacharro donde estamos cocinando del fuego y dejamos que baje la temperatura antes de poner el bacalao desmigado para que vaya soltando poco a poco todo su caldito, cosa que no haría si el aceite del sofrito estuviese muy caliente. Lo mareamos bien para que todo se integre.

Le agrego el bacalao
El tomate ya lo tenemos preparado y cortado a trocitos, cosa que obviamente es imposible de hacer si antes no he abierto la lata. Lo incorporo a la cazuela u lo que sea junto con el caldo que queda en la lata y una cuchara sopera de azúcar. Ya solo resta que a fuego lento todo se vaya emulsionando bien.


Le agrego el tomate y el azucar

¿Cuándo está acabado, en su punto para que no quede ni caldoso ni seco? Tengo una norma que me funciona cojonudamente: con la paleta separo todo el condumio en la cazuela mediante una raya central y si esta no se cierra al instante, sino que se mantiene separada como hizo Moisés con las aguas del mar Rojo y  se va cerrando poco a poco, entonces es que he triunfado.

Y las aguas se abrieron y se van cerrando poco apoco

Ya solo resta cortar una buena rebanada de pan casero, freírse un par de huevos, ponerse una servilleta a modo de babero, servirse un copazo de un buen tinto y a vivir que son dos días.

3 comentarios:

  1. "Bacalati con tomati" chertamente cosa fina. Estupenda receta aunque yo le pondría un poquito de orégano para potenciar el sabor. A la espera de la siguiente.
    Un comilón agradecido

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  2. Buenas Ricardo, ya que hablas del "tomate" te comento que en el país de dónde es originario no se llama así. Verás, aquí en México se le llama jitomate y el nombre de tomate queda a uno más chico y más ácido que viene cubierto por una membrana...perfecto para la salsa verde o cuando está muy caro el aguacate se le echa más tomate para hacer el aguacate. Así que a mí también me sorprendió la primera vez que llegué a México.
    Por otro lado, a la papa aquí también la llaman papa no como esos españoles tras despeñaperros. Es obvio porque en Andalucía la baja y sus puertos la llamamos así pero se me escapa porque el resto de España y el mundo la rebautizó y no le dejó su nombre peruano original, debería investigarlo como filólogo que soy pero ...


    Saludos,
    Pepesito

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  3. Hola Ricardo. Yo utilizo los mismos ingredientes que tu, pero con alguna variante en el proceso; El bacalao lo reahogo muy brevemente al principio, solo con el ajo y una cayena, saco la cayena y en el aceite que queda con el agua que ha soltado el bacalao, pocho la cebolla y el pimiento. Cuando está muy pochado incorporó el tomate (triturado) y espero hasta que casi está hecho y en los 5 últimos minutos incorporó el bacalao. Es una manera algo diferente, por si te apetece probarlo. Enhorabuena por este extraordinario blog.

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