Esta es una de las recetas con más solera del ideario gastronómico
patrio.
Cuanto le
tenemos que agradecer al conquistador español Hernán Cortés el habernos traído, entre otras muchas cosas, esa
maravilla mejicana a la vieja Europa. Sí señor, entre las papas del Perú y los
tomates mejicanos se revolucionó la cocina de todo el viejo continente y ambas
tuvieron y tienen una vital importancia en multitud de platos de todas las regiones de nuestra vetusta piel de toro. Se puede concebir un veranito en Andalucía sin su gazpachito, o unas
papas a la riojana para combatir los fríos del invierno, o una cervecita sin su
pincho de tortilla de patatas, o unas papas a lo pobre. O un tomate rajao con
sal, unas gotas de Aove y su miaja de orégano rociado por to lo alto, o……..
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El tomate, Cortes y el bacalao, tres patas para un banco |
¿A que no? Pues hoy toca plato de cuaresma, de esos de toda la vida del mundo mundial cuando comer carne era pecado mortal a no ser que tuvieras pudientes y te pagaras la bula de la Santa Cruzada y entonces sí, entonces te podías poner guarro comiendo guarro o lo que se te antojase. Los jodios curas llevan haciéndonos la vida imposible desde el principio del principio y, lo que es peor, no se casan, digo no se cansan.
A lo que iba: BACALAO DESMIGADO CON TOMATE.
INGREDIENTES:
Una bandeja de trozos de
bacalao salado
Una lata de tomate entero
pelado marca MARTINETE
1 cebolla, un pimiento y tres
o cuatro dientes de ajo.
Sal, azúcar y aceite.
Lo primero de lo primero es
desalar el bacalao. Se lava bien debajo del grifo y se le quita toda la sal fina
que lo recubre, acto seguido se pone en un bol con abundante agua que lo cubra
holgadamente. Como suelo comprar unas bandejas en las que el bacalao ya viene
en trozos pequeños y no muy gruesos, suelo tenerlo en agua fría sobre 30 horas cambiándola
al menos en tres ocasiones. Una vez está en su punto viene el proceso de
desmigarlo en trozos pequeñitos eliminando cualquier atisbo de piel o raspa.
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Así viene en las bandejas |
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Desalándose |
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Ya desmigado |
"Bacalati con tomati" chertamente cosa fina. Estupenda receta aunque yo le pondría un poquito de orégano para potenciar el sabor. A la espera de la siguiente.
ResponderEliminarUn comilón agradecido
Buenas Ricardo, ya que hablas del "tomate" te comento que en el país de dónde es originario no se llama así. Verás, aquí en México se le llama jitomate y el nombre de tomate queda a uno más chico y más ácido que viene cubierto por una membrana...perfecto para la salsa verde o cuando está muy caro el aguacate se le echa más tomate para hacer el aguacate. Así que a mí también me sorprendió la primera vez que llegué a México.
ResponderEliminarPor otro lado, a la papa aquí también la llaman papa no como esos españoles tras despeñaperros. Es obvio porque en Andalucía la baja y sus puertos la llamamos así pero se me escapa porque el resto de España y el mundo la rebautizó y no le dejó su nombre peruano original, debería investigarlo como filólogo que soy pero ...
Saludos,
Pepesito
Hola Ricardo. Yo utilizo los mismos ingredientes que tu, pero con alguna variante en el proceso; El bacalao lo reahogo muy brevemente al principio, solo con el ajo y una cayena, saco la cayena y en el aceite que queda con el agua que ha soltado el bacalao, pocho la cebolla y el pimiento. Cuando está muy pochado incorporó el tomate (triturado) y espero hasta que casi está hecho y en los 5 últimos minutos incorporó el bacalao. Es una manera algo diferente, por si te apetece probarlo. Enhorabuena por este extraordinario blog.
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