lunes, 11 de enero de 2016

MURCIA. SIETE BISTRO

Treinta y muchos años sin pegarme un garbeo por esos lares son muchos años, tantos que cuando ahora he vuelto a hollar sus calles me he sentido más perdido que el barco del arroz. ¡No me acordaba de casi na! bueno, del río y de los cuatro edificios más representativos, ayuntamiento, catedral y alguna que otra cosilla; aunque cuando yo estuve por acá haciendo la puñetera mili el río era un cauce vacío lleno de cañaverales y ahora luce cuidadito y coqueto como toda la ciudad, por cierto una ciudad engalanada con multitud de parterres rebosantes de colorido y una muy bonita decoración navideña.



Catedral de Murcia

Antes de venir para acá más de uno me había comentado “¿A Murcia te vas a pasar el fin de año, a ti que se te ha perdido allí? Pero si Murcia no tiene nada que ver” Tantas veces me lo repitieron (el día anterior en Baza fue la última vez  que me lo comentó un gibraltareño) que empecé a creérmelo y a dudar de mi buen raciocinio y resulta que me encuentro con una ciudad acogedora, bonita, limpia, llena de vida y coquetona y Eva y yo nos preguntamos en más de una ocasión de donde saca la gente la información de que en Murcia no hay nada que ver, o es que nos gusta mucho hablar por hablar.


Uno de los puestos del mercado de Veronicas
El caso es que nos la hemos pateado bien estos dos días (bueno un día y medio, medio día lo dedicamos a visitar el palmeral de Elche, que por cierto no nos gustó un pelo) y hemos podido hacernos una idea de la ciudad y del ambiente que se respira.

La primera mañana la dedicamos a pasear por los jardines del ayuntamiento, el mercado, la plaza de las flores y los alrededores de la catedral y cuando ya nos pareció que era hora de tomarnos una primera cervecita nos acercamos al mercado de Veronicas que es una pasada y a mí me encantó. Yo que soy el tonto de los mercados me sumergí en sus puestos y disfrute de sus pescado pero sobre todo de los puestos primorosamente ornados de frutas y verduras representativos de esa feraz y ubérrima huerta murciana. Impresionante la variedad y calidad de sus tomates.


Aluciné con la cantidad de variedades de tomates.

En uno de los muchos bares del mercado, concretamente en El Picaor, probamos unos trozos de pulpo cocido con unos botellines y nos llamo la atención algo que luego se convertiría en costumbre ¿Cuántos trozos de pulpo queréis? Nos espeta el maromo sobre la marcha cuando le pido la tapa de pulpo y nos explica que el trozo es a 1,50 y que nos pone lo que le digamos. Pues que sean cuatro trozos y dos cervezas y va el tío y no nos pone ni un cachino de pan.


Bandejón de pulpo cocido del bar El Picaor, en el mercado
Obsérvese la carencia absoluta de pan ni pico

De allí nos fuimos a la bulliciosa y reputada Plaza de las Flores que ya a esa temprana hora de la mañana ( sobre la una y cuarto más o menos) estaba a reventar de gente y nos aposentamos en El Parlamento Andaluz donde por 6,20 € tomamos dos marineras con sendas cervezas. Las marineras es la tapa estrella por estos lares y consiste en una ensaladilla con una anchoa sobre una rosquilla alargada.


Taoa de marinera

De allí nos mudamos a otro sito apenas veinte pasos, La Tapa, con una carta de lo más historiada y pedimos dos nuevas cervezas con dos tapas con nombre rimbombante. Salmorejo genital, albahaca fresca, tocino ibérico, yema de codorniz y pan hindú  3,15 € y Croqueta de setas estofada con su jugo de caldo 2,20 €.  Nos la metieron clavada, una vasito minúsculo de salmorejo con todos los aditivos desaparecidos en combate y una croqueta solitaria sobre dos lágrimas de caldo. Un asalto a mano armada


El salmorejo un timo


La croqueta (una croqueta) otro timo mayor

Todo modernísimo pero carísimo, tapas minúsculas y a unos precios de asalto con antifaz y aunque aquello estaba lleno de gente, apetao que diría un castizo, la conclusión a la que llegué es que allí se iba a relucir, a dejarse ver con una copichuela en la mano y mucho jajaja, mucha charlita en grupo pero poca birra y menos comida, mucha presencia pero poco  darle al gaznate.

Nos retiramos unos pasos de la plaza y nos fuimos a uno que en principio parecía de monos copete, más humilde, llamado Cafetería Gran Bar que estaba al lado y que tampoco nos hizo tilín y eso que se empeñaran en que probásemos lo que según ellos eran las mejores gambas con gabardina de toda la ciudad como bien atestiguaba un reportaje de ABC que aparecía primorosamente colocado y presidiendo el local en una de sus  paredes, pero ni por esas compadre, así que abandonamos la zona con el rabo entre las piernas y una cierta desilusión.


Las supuestamente famosas gambas con gabardina de Armani

De vuelta al hotel decidimos tomar una copa y picar algo en la terraza del hotel Silken Siete Coronas, concretamente en su Restaurante Siete Bistro. La terraza es magnífica, con una preciosa vista al rio y sus puentes. Nos aposentamos y pedimos la carta y cuál no sería nuestra sorpresa que nos encontramos  con una verdadera joya culinaria, con una relación calidad precio apabullante, un servicio cojonudo y un sitio espectacular donde disfrutar de esos últimos rayos de sol de la tarde acompañados de un buen picoteo.


Mi señora en la terraza del hotel

Por 25 eurazos tomamos:

1 botella de vino Fuen Gil, un cosecha de Jumilla 10 €

Alcachofas a la plancha trufadas 2,50 €



Salmón en tartar con mostaza 4 €



Calamar plancha, cremoso y topos 3 €



Huevo pochado con trufas y cremoso de setas 3 €



Morros con orejas de judas 3 €



Tanto tanto nos gustó que al día siguiente, cuando volvimos de Elche,  volvimos raudo con la mala suerte de que cuando llegamos acababan de cerrar la cocina; pero con la buena suerte de que pegamos la hebra con un matrimonio que resultaron ser íntimos amigos de una prima mía y se nos fue la tarde entre copas y charla, pero eso es otra historia.

Por la noche teníamos reservado en La Tapadera, pero eso lo contaré en la próxima entrada después de los pertinentes anuncios.


4 comentarios:

  1. Hola, soy Javi (@disparatedeJavi), el creador del "Salmorejo Genital" que se haya en la carta de La Tapa y veo que pediste ... no soy el cocinero ni el responsable y ni siquiera curro allí, sino solo alguien que creó un plato y que la empresa decidió incluir en carta tras un concurso ... porque BIEN HECHO (no lo que te pusieron viendo la foto) resulta una tapa divertida, rica y con contraste de sabores muy cachondos (eso, si se meten todos los ingredientes de mi receta, insisto) ... desde luego, viendo esa foto que cuelgas, yo también pensaría que menudo fiasco y timo! Ni fondo de papadum que valga, ni tocino ibérico reducido con pimentón picante, ni albahaca (fundamental en el plato) además de que veo muy líquido el salmorejo en cuestión ...

    Te adjunto el link de mi web donde sale el emplatado que deberían haberte puesto ... Estoy contigo, insisto, menuda bazofia te sirvieron comparado con MI receta original ....

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    1. http://eldisparatedejavi.com/el-escondio-murcia/

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    2. Llevas toda la razón del mundo mundial, comparado lo que me pusieron con lo que he visto en tu página (por cierto muy muy chula)no hay color, un bodrio de mucho cuidado. Ya he visto el emplatado, ahora lo que me faltaría es que te tiraras un detalle y me mandaras la receta. De todas formas muchas gracias por escribir y al Cesar, en este caso tu, lo que es del Cesar. Un abrazo

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  2. ;) La receta ... pues claro! Es una interpretación del salmorejo de Juan Pozuelo ... puedes encontrarla en internet sin problema ... a eso se le añade el papadum, albahaca fresca, tocino Ibérico reducido con pimentón picante y una yema de huevo de codorniz (cúrala 10 min en soja, mejor ;) ... y que lo disfrutes! ;) Un abracico!

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