Ayer domingo tenía reservado en
La quinta Brasería para almorzar, pero Eva salió griposa y decidimos que era mejor
cuidarse y no salir, así que nos quedamos en casita toito el día, en pijamita,
calentitos, a ratos viendo la tele, a
ratos leyendo o simplemente no haciendo nada que es una muy buena forma de matar
el rato.
A mediodía una copa de vino con unas aceitunitas machacadas caseras que me regaló mi hermana la semana pasada cuando estuve en San Nicolás, eso mientras cocinaba un arrocito, a media tarde una copita de Mihura con una hojaldrina y de precena unas pipas del Mercadona con una cerveza Cruzcampo glacial. Un plan cojonudo.
A mediodía una copa de vino con unas aceitunitas machacadas caseras que me regaló mi hermana la semana pasada cuando estuve en San Nicolás, eso mientras cocinaba un arrocito, a media tarde una copita de Mihura con una hojaldrina y de precena unas pipas del Mercadona con una cerveza Cruzcampo glacial. Un plan cojonudo.
El caso es que como no tenía previsto comer en casa tuve que improvisar sobre la marcha y aunque suelo tener bastante comida cocinada y congelada me apetecía ponerme el delantal, los cuchillos y meterme en faena como los buenos toreros.
Desde el principio tenía claro que le iba a meter mano a un arroz y sopesé varias opciones en función de lo que tenía en el congelador: paella, risotto con boletus y langostinos o uno vegetal de brotes de espárragos, pimientos y setas. Dudaba entre unos y otros.
De pronto me acuerdo de que el jueves compré en el Lild diez bandejas de pechugas de codorniz aliñadas a las finas hierbas de la marca Deluxe (estaban superrebajadas, 1,90 € la bandeja) y de que hace menos de un mes sequé unas senderuelas y me dije: venga, invéntate un arroz y que salga el sol por Antequera.
Y me puse a trajinar y esto es lo
que salió.
Ingredientes para dos personas:
Dos puñados de arroz
Cuatro pechugas de
codorniz.
Unas senderuelas (marasmius oreades) secas.
1 cebolla
2 pimientos
2 dientes de ajos
1 tomate maduro
Unos tirabeques
Una pizca de hierbas
provenzal
Medio vaso de vino blanco.
Medio vaso de vino blanco.
Sal, aceite y agua
Las senderuelas en el campo |
Las senderuelas secandose en mi casa |
El sofrito con la carne y el vino ya puesto |
Le ponemos el arroz, cubrimos de
agua (proporción clásica de 2,5 por 1), le ponemos las hierbas provenzales y
rectificamos de sal. Tres minutos a fuego fuerte y luego el resto a fuego medio.
Cuando esté en su punto, sobre 12-14 minutos, retiramos del fuego y dejamos
reposar.
Emplatamos con la ayuda de un aro y sobre el arroz
ponemos una de las pechugas que habíamos reservada doradita y fileteada.
Ni un grano sobró, ni uno.
El plato en la mesa |
Alternativas: Si no tienes
tirabeques utiliza judías finas, cambia la codorniz por una buena carne de ave
que te guste (pichón, pollo de campo, pato…), por las senderuelas utiliza la seta
que tengas a mano o que encuentres en el mercado, permuta la provenzal por una mezcla
de orégano, tomillo y romero. Al final no será el mismo arroz, pero seguro que
estará cojonudo.
¡Que aproveche!
¡Que aproveche!
Buenas tardes, Ricardo...Me has sorprendido de tu afición a la gastronomía y conocimientos...Gran plato para casa, acabas de ganar un seguidor más!!
ResponderEliminarAmigo Pep envidia me das por el fantastico sitio donde vives, que maravilla, he estado una vez y aluciné en colores y tengo el proyecto de repetir el año que viene. Con la cocina se hace lo que se puede, pero en esta ocasión el plato me ha salido redondo. Gracias por el comentario
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