martes, 24 de junio de 2014

23/06/2014. MICELAS GASTRONOMÍA

¡¡¡Requeteleches!!!!! Llevo 28 días sin una mala publicación.

Digo yo que los tres seguidores que me quedan tienen que ser unos agonías de mucho cuidado, 28 días entrando en el blog a ver si este tío escribe algo nuevo y fiasco al canto; sufridores compulsivos que se no se arrendan por muy malas que vengan dadas, mi eterna gratitud por su suicida e infructuosa constancia. Mientras escribo estas líneas uno de ellos, como el desodorante ese del anuncio televisivo, me ha mandado a hacer gárgaras. Ya sólo me quedan dos fieles y abnegados acólitos, supongo yo que serán mi mujer y mi hija, y de una de ellas me asaltan serias dudas, no diré de cual para no herir gratuitamente susceptibilidades, no vaya a ser que tengamos problemas conyugales.


Estamos en época de caracoles y cabrillas.

28 días sin una recetita de cualquier cosa que publicar, ni una crónica de ese libro que me ha encantado (La verdad sobre el caso de Harry Quebert  de Joel Dicker es una pasada, la semana próxima haré una reseña de él), ni risas con el pádel  para que mi amigo Ortas se descojone, ni cuitas graciosillas con mis alumnos en el instituto y, lo que es ya imperdonable, ni un puñetero gastrobar nuevo que visitar. En estas fechas pre-veraniegas en mi agenda familiar sólo hay sitio para bajar a Casa Diego y ponerme tibio de caracoles, cabrillas y burgaos, cuernos y más cuernos; musculosos moluscos en salsa, gasterópodos cornudos con tomate, vasitos de caldo con su ramita de yerbabuena que te quita el sentío; cuernos y más cuernos.


Los ojos como platos se me ponen con la visión de unas buenas cabrillas
Esta mañanita me he dicho muy serio: “Ricardo, o haces ya una entrada para solaz del personal o estos de bloguer te cierran el chiringuito por falta de movimiento” y nada, que me he puesto en marcha, he dejado los cuernos para mañana (estamos hablando de caracoles-cabrillas, no seáis tan mal pensado que os veo venir de lejos) y me he ido de visita gastronómica, y ahora, como es de recibo, paso a contaros la misma, aunque la verdad es que no tengo muchas ganas de escribir sobre técnicas culinarias, de que si el acompañamiento de esta tapa alcanzaba grados sublimes de conjunción y textura, de que si  esa otra adolecía de redondez, que si patatín, que si patatán; vamos que no estoy por la labor y lo que me pide el cuerpo es coña literaria y cachondeo fino; así que ya veremos el churro que me sale.

Establecimiento: Micelas Gastronomía
Avenida de Hitasa, 31. Teléfono 955 12 32 42
El local está flama, amplio, grande y hermosote. Tres espacios muy diferenciados: terraza, barra con taburetes altos y comedor al fondo. Al estar haciendo esquina todo él tiene grandes ventanales que le proporcionan una buena iluminación.
La carta es extensa y está dividida por categorías: entrantes, pescados, carnes y postres, además en las paredes se pueden leer las preparaciones diarias que están fuera de cartas. En conjunto un buen fondo donde escoger.
Cervezas a 1 €, copas de vino Roa 2,40 €, de Ribera del Duero, con gran cantidad de aromas a fruta muy madura y aromas de la crianza: Balsámicos, tostados, maderas aromáticas, finos y agradables. Vino goloso, apetecible con taninos agradables que hacen un paso por boca muy agradable. ¡Chúpate esa Teresa! Lo que se aprende con un buen cursillo de cata; aunque luego por si las moscas y para cerciorarte te vas a San Google y te explican muy clarito los matices que tu no intuyes ni por asomo.

Me dejo aconsejar por mi presunta que estuvo cenando aquí esta semana con los compis del decanato y empezamos la ardua tarea degustativa:

Ensaladilla de pulpo y langostinos 3 €

Magret de pato marinado con agridulce de melón y remolacha 2,90 €

Lomo de sardina con melaza de tomate 2,90 €

Flamenquín cremosos de pez espada y boletus 2,90 €

Pulpo con patata cremosa y aceite de pimentón 3,50 €

Bacalao con setas al PX y patata trufada 4,50 €

Hamburguesa – hojaldre de salmón con muselina de hinojo y cebolleta rehogá 3,20 €

Crep de cola de toro 3,50 €



Como ya dije anteriormente no tengo la intención de desglosar tapa por tapa  analizando matices, buscando pros y contras; pero de todas formas sí dibujaré algunas pinceladas así como el que no quiere la cosa:
Pros:
En general decir que los precios están bastante ajustados, no están mal.
Buena presentación de las viandas y atención bastante profesional y rápida.
Generosos en el escancio del vino.
Ni fu ni Fa:
La mayoría de las tapas tienen más nombre que enjundia, me explico: están correctamente concebidas pero les falta algo a casi todas. En el magret de pato la remolacha enmascara por completo el agridulce del melón; en el flamenquín yo no noté los boletus; las setas del bacalao estaban bastante insípidas y el PX se había volatilizado por arte de birlibirloque; mucho crep y poca cola de toro; etc. Es decir todo bueno pero nada que te haga añorarla nada más consumida (excepción del pulpo con patata cremosa y aceite de pimentón y a mi mujer también le gustó mucho la hamburguesa-hojaldre)

Personalmente considero que todas estaban faltas de sabor y fuerza en la condimentación, con texturas demasiado suaves; yo soy partidario de que los sabores me estallen en la boca no de que se enmascaren entre ellos y se difuminen. De todas formas repito que todas estaban buenas y bien concebidas pero que ganarían una barbaridad simplemente con que el chef tuviese un pelín de atrevimiento.

¡Ánimo colega!

En definitiva: 4 cervezas, 4 copones de vino y ocho tapas por 40 euracos 

Muy recomendable par los que gustan de sabores suaves.

PUNTUACIÓN DEL ESTBLECIMIENTO 6:50

1 comentario:

  1. yo tambien te sigo aunque no publique. El libro lo tengo pendiente porque a mi hija le ha encantado. Buen verano a los tres.
    MARINA

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