ANTECEDENTES.
A veces se imponen decisiones
drásticas; no hay más remedio que
afrontar la cruda realidad y nada de andarse con paños calientes: al toro y por
los cuernos (bueno, los catalanes no dirían esto ni de coña, faltaría Mas).
![]() |
Ya era hora de ir al gimnasio |
Esto ya de por sí es mosqueante y
tela de incomodo, pero encima está el cachondeito y la guasa fina de amigos y
parienta. El otro día, sin ir más lejos, mientras nos tomamos unas cervecitas a
la salud de la selección española de futbol, celebrando el espectáculo dado
ante Holanda, un graciosillo se me queda mirando socarrón y me suelta “illo,
te estás poniendo fuerte”, será
joputa el tío, fuerte dice que me estoy poniendo, si me doy un golpecito en la
barriga y me salen olitas como en la playa, será……. Y la "otra", sí, sí, "la otra, la innombrable" (mucho cuidado de que esto no salga de aquí, que como se entere la parienta tenemos tonterías y de las gordas), bueno, eso
ya fue el colmo, el remate de los remates, el acabose; pues no que en mi
cumpleaños va y me regala El Kamasutra, en rustica, en francés y con unos
dibujos en colores del copón, digo yo que los dibujos serán para compensar que no tengo ni pajolera idea del francés, o eso del francés tendrá otras misteriosas connotaciones.
![]() |
En esta hermosa funda venía el librito de marras |
Yo, gilipollas, alucinado, más contento que unas pascuas imaginando escenas eróticas al tuntún, posturitas de esas que tienes que hacer cinco años de yoga para intentarlas, practicando sexo tántrico a 40 grados en esta Sevilla de mi alma; en fin soñando con placeres venideros y de pronto va y me suelta: “pichurrín mío, ¿te gusta el regalo? Sabes, es que últimamente con la postura del misionero me entran sofocos y me cuesta un poco respirar”. Al suelo, el alma se me vino al suelo, y ahora cavilando entiendo yo porqué últimamente hacía tantos jadeitos en el tálamo, no es, como yo ingenuamente creía, que mis dotes amatorias fueran in crescendo, no, leches, no, es que se asfixiaba la pobrecita mía. ¡Qué marrón!
La puntilla me la dio mi amigo
Elías, inconscientemente, sin atisbo de mala intención, eso sí, pero me la dio.
Se me ocurre publicar en el Facebook ese una foto y va el menda y me pone
debajo un comentario de cierta enjundia que yo al principio no entendía muy
bien: “al final, todos somos esclavos de nuestra sombra”. Fíjate que
cosita más sencilla y aparentemente inofensiva “todos somos esclavos de nuestra
sombra”, toma ya, filosofía pura y con mensaje subliminal, ¡que jodio el colega!.
Pues, casualidades de la vida, aquella misma tarde, jugando al pádel, en un
momento dado veo la sombra de mi perfil nítidamente reflejada en la pared del
fondo de la pista y me quedo pasmao ¡coño, si parezco que estoy de siete meses!,
tan estupefacto me quedé que la bola me pegó en la cabeza y encima el
compi me abroncó por distraerme y perder el juego. Para jueguecitos estaba yo
ante la cruda realidad súbitamente descubierta.
Bueno, a lo que iba, que había que
tomar una decisión, que esto no podía seguir por esta senda, que la cosa estaba
degenerando a marchas forzadas y que ya me veía buscando tienda de tallas
especiales o aguantando una demanda de divorcio por incompatibilades adiposas; un número lo mirase como lo mirase. Haciendo gala de mi reputada racionalidad y
contrastada lógica (para algo sirven las matemáticas además de para putear a
los alumnos, hacerles la vida imposible y mandarlos para septiembre) me pongo a cavilar sobre cuál es la
solución más cómoda y sobre todo eficiente a mi problema y sopeso con sumo
cuidado varias posibilidades:
· ----Dieta estricta. En principio descartada. Ahora
que empieza la época de los caracoles, con lo bien que se está en una terracita
por la noche metiéndose para el cuerpo unas cabrillas con tomate, unos
caracoles con su vasito de caldo, la Cruzcampo esa glacial que te entra que ni te enteras.
Vamos, vamos, por Dios, ni se te ocurra. Descartado de cuajo, sin atisbo de
duda.
· ----Una semanita de Dukam para eliminar líquidos. Se
me viene a la memoria la experiencia de hace dos años y me entran unos sudores
tela de chungos. Mejor dejarlo para cuando el alzeimer me evite esos malos
recuerdos.
· ------La dieta del cucurucho me seduce, pero no sé si
contaré con la necesaria colaboración conyugal, me huelo que la cosa va a estar
complicada de explicar, y al final la parienta no me va a creer; además, leches, que a mí
lo que me gusta es comer.
· -----Otras muchas posibilidades estudiadas, pero como que no.
-
Estando yo en estas cuitas, pensativo y cabizbajo, mi señora que es más lista que el hambre y me conoce como si me hubiera parido, empieza a soltar indirectas como la que no quiere la cosa: “sabes, acaban de abrir un gimnasio nuevo en la Carretera de Carmona y hay una oferta familiar cojonuda, ¿nos apuntamos?” “¿Te quieres creer que mi amiga María Jesús lleva una semana haciendo bicicleting en el gimnasio y está fenomenal? se le nota un montón” “Me estoy pensando quedarme a la clase de zumba cuando acabe el pádel, ¿te apuntas?” ¿Zumba, que coño es eso del zumba? ¿Tendrá algo que ver con los mosquitos?, por si las moscas me hago el tonto y no le digo ni pio.
-
![]() |
¡Que cosa más rica! |
Estando yo en estas cuitas, pensativo y cabizbajo, mi señora que es más lista que el hambre y me conoce como si me hubiera parido, empieza a soltar indirectas como la que no quiere la cosa: “sabes, acaban de abrir un gimnasio nuevo en la Carretera de Carmona y hay una oferta familiar cojonuda, ¿nos apuntamos?” “¿Te quieres creer que mi amiga María Jesús lleva una semana haciendo bicicleting en el gimnasio y está fenomenal? se le nota un montón” “Me estoy pensando quedarme a la clase de zumba cuando acabe el pádel, ¿te apuntas?” ¿Zumba, que coño es eso del zumba? ¿Tendrá algo que ver con los mosquitos?, por si las moscas me hago el tonto y no le digo ni pio.
Una gota malaya, sutil y
constantemente incidiendo, machanonamente insistente hasta que te desarma todas
las defensas que tú vas interponiendo. Zas, levantas una muralla que crees
infranqueable y en par de días de carantoñas y zalameras palabritas al oído (“cariño,
que bien te sentarían unas horitas en el gimnasio para tonificar esos músculos”,
“fíjate, fíjate la tableta de chocolate que le ha salido al Bustamante, como se
nota que se cuida. La Paula tiene que estar en la gloria. ¡Qué envidia por
Dios! ) se derrumba estrepitosamente
como los muros de Jericó al son de las bíblicas trompetas, y al final
claudicas, tiras la toalla; que le vamos a hacer, aceptemos pulpo como animal
de compañía.
Que atinado y fino estuvo el que
apostillo que más tiran dos tetas que dos carretas.
![]() |
Toma tabletas de chocolate, y sin gimnasio ni na de na |
Total que de un día para otro me
levanto autoconvencido de que lo
mejor es apuntarme a un gimnasio,
¡apuntarme a un gimnasio¡, yo, que tengo la flexibilidad de un tronco de
encina, que la última vez que me llegue con la punta de los dedos a los pies
fue cuando siendo un tierno infante me
los chupaba en la cuna, que he dejado de comprarme zapatos con cordón porque
cuando me atrevía a doblarme para hacerme el nudo me ponía morado del esfuerzo
y ahora he amarrado una lengüeta a un palo de golf para no tener que agacharme
y encajarme cómodamente los zapatos; yo, que de los más de 650 músculos que dicen que hay en el cuerpo humano a mi, con seguridad, no me quedan más de quince o veinte operativos y raquíticos. ¡Apuntarme a un gimnasio!, ¡las vueltas
que da la vida y los senderos insospechados que tiene uno que recorrer!
Una vez tomada la decisión viene
la segunda parte ¿cuándo me apunto? Aunque parezca un tema baladí la cuestión
es de vital importancia. Tiene que ser durante un periodo en el que no abunden
las festividades para que no se produzcan interrupciones indeseadas en la
creación del hombre nuevo que estoy dispuesto a convertirme, por tanto antes de
Semana Santa ni hablar, pero luego viene el puente del 1 de mayo y sin solución
de continuidad la feria de Sevilla que acaba el 11 de Mayo. ¡Coño, que tarde acaba este año la feria! . Entre la feria y
las vacaciones veraniegas sólo queda el Rocío, pero como no tengo intención de ir, la cosa está
clara: el 12 de mayo me apunto al gimnasio y en un par de mesesitos me pongo hecho
un pincel para lucir palmito este verano y ser la envidia del vecindario.
![]() |
En dos meses dejo yo a este a la altura de un pepino |
11 de Mayo. Que mala noche he pasado, entre la calo y la que se avecina me he pegado toda la noche dando vueltas en la cama, me adormilaba y al rato me despertaba sobresaltado y sudoroso pensando en mancuernas y aparatos diabólicos que me perseguían entre el solaz de forzudos personajes que se señalaban y se escoñaban de risa. ¡Qué malita noche he pasado! Digo yo que esto serán los nervios, ni cuando me examiné por cuarta vez de Ecuaciones Funcionales en quinto de carrera estaba yo tan mal.
Pero, ¿Quién dijo miedo? A las 12
estoy como un reloj en el gimnasio a apuntarme.
Próximamente: PARTE 2. ENTRO EN UN MUNDO NUEVO
Próximamente: PARTE 2. ENTRO EN UN MUNDO NUEVO
Vaya, de lo que se entera uno, ¿de modo que te solazas con una barragana? ¡Que pilluelo!. En espera de la continuación, no tardes mucho.
ResponderEliminarAnda, lo que me he reído! jajaja
ResponderEliminarLa sucesion de Fibonacci es erronea. El segundo digito debe ser un 1 y no un 2.
ResponderEliminarLlevas toda la razón del mundo mundial, imperdonable error, máxime teniendo en cuenta mi trabajo. La correcta es: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, ....que como se puede comprobar se construye sumando los dos anteriores. Gracias por el comentario
ResponderEliminar