¿VERTICAL, HORIZONTAL U OBLICUA?
Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas… cantaba Ruben
–Blades en su ya clásico Pedro Navajas.
Después de varios,
muchos lustros, lidiando con alumnos de todas las índoles y calañas, aún me
siguen dando sorpresas. Muchas y variadas han sido las sorpresas que durante
todo este dilatado tiempo he recibido. Sorpresas agradables, sorpresas
increíbles, tiernas sorpresas, sorpresas emotivas, desagradables sorpresas,
sorpresas inimaginables, sorpresas de todos los colores, de todos los tamaños,
para todos los gustos y disgustos (esta parrafada queda muy bien si se lee
tarareándola con el tonillo que emplea Joaquín Sabina en su canción “Ruido”)
La cabeza del martillo es un trapecio rectangular
Llevo cuatro años con
mis alumnos, los cogí en 1ª de la ESO, imberbes (bueno esto aún lo siguen
siendo), recién llegados del colegio y he seguido con ellos, curso tras curso
hasta que este año, ¡por fin!, hemos llegado a 4º, último que se imparte
en mi centro. Puedo decir que los
conozco muy pero que muy bien, y no hablo sólo académicamente. Después de
compartir parte de mi vida con ellos durante cuatro años, cuatro horas a la
semana, lo raro e intolerable sería que no los conociera. Bueno, pues siempre te acaban
sorprendiendo.
Al loro.
Clase de matemáticas
donde, por enésima vez, estamos viendo aplicaciones prácticas del teorema de
Pitágoras y otras cuestiones por el estilo. Planteo un ejercicio sobre un
trapecio rectangular (el típico martillo que aparece en el escudo comunista
junto a la famosa hoz) donde pido calcular el lado oblicuo y en ese momento mi
alumna del alma R. sin encomendarse a Dios ni al diablo, me suelta a pleno
pulmón cortando el ritmo de la clase:
-
Profe, ¿eso
de oblicuo que es lo que es? Yo no lo entiendo.
Estupefacto me quedo,
dos meses haciendo problemas de trapecios y no menos de 300 veces hablando de
los lados verticales y oblicuo del mismo y ahora me sale “miss simpatía” y me dice que eso de oblicuo que qué es lo que es. ¿Esto
cómo se come?
Por un insondable
misterio la clase se ha quedado en silencio y yo, dubitativo, miro a la
interfecta con los ojillos entrecerrados, sopesando si no será una bromita de
mal gusto la pregunta. Pienso, recapacito, analizo, juzgo, todo ello mirándola
fijamente a los ojos, sin apartar ni un solo segundo mi pupila de su pupila
azul y llego a la conclusión de que, efectivamente, esto no es una broma y la muchachita
está más perdida que el barco del arroz, vamos que no tiene ni zorra de lo que
significa oblicuo.
Decido coger el toro
por los cuernos y paso a la acción:
-
Señorita
haga usted el favor de levantarse del pupitre y ponerse de pie para que sus
compañeros disfruten de su apolínea y estilizada figura.
Ante mis palabras, me
mira raro, se levanta refunfuñando, pone los brazos en jarra, la cabeza levantada, el mentón
altivo, y se me queda expectante mirando.
- Dígame usted en que posición se
encuentra en estos momentos ¿vertical u oblicua?, porque evidentemente y como
todo el mundo puede comprobar sentada no está
Ahora me mira más raro
todavía y se encoge de hombros, como pensando que irremediablemente he perdido el
norte. Se empiezan a oír algunos soterrados murmullos entre sus colegas.
Vertical
Machaconamente insisto.
-
Señorita,
insisto, le ruego me diga si su posición actual es vertical, oblicua o acaso
horizontal; sin entrar en matices como decúbito prono o decúbito supino que,
justo es reconocer, eso es para nota y no está el horno para bollos. No, no es
eso señorita, simplemente le demando me diga si en este preciso momento está
usted vertical, horizontal u oblicua.
La cara se le está
descomponiendo y los ojos me miran cómo si yo no estuviese bien de la chaveta.
Algunas risitas se oyen nítidamente.
-
Y yo que
se como estoy, pos de pie, como voy a estar
Concluyente respuesta.
- Es decir,
apostillo, usted no sabe si duerme en
posición vertical cómo los murciélagos o acaso cuando se desplaza andando lo
hace horizontalmente como los lagartos ápodos. Vamos que usted tiene un
desconocimiento supino y escandaloso de su ubicación espacial respecto de la línea del horizonte.
Risas generalizadas por
doquier.
La alumna ahora sí que
me mira con cara de estupor, cómo la que está viendo al autor de la Matanza de Texas, sierra mecánica en mano, o a ET entrar,
con bicicleta incluida, por la ventana del aula.
-
En vista
de su desconocimiento, siéntese, descanse y sacaremos a alguno de sus
compañeros para que le aclare tan delicada cuestión.
Oblicua
Y he aquí la sorpresa
infinita.
La clase se ha quedado en
un silencio cortante, todos con la cabecita agachada simulando que trabajan,
afanándose en un imaginario quehacer, no vaya a ser que mis ojos se crucen con
los suyos y los saque a que explique tan peliaguda cuestión.
Como bien dijo el
ínclito Trillo: Manda güevos
jajaja... bueno... menos mal de las fotos... que si no no lo tenia claro... lo de oblicuo!!Muy bueno si señor
ResponderEliminarLa ironía no sirve. Recuerdo mi libro de 2do año de Bachillerato que decía que la línea horizontal era como un muerto y la línea vertical era un hombre de pie. Cuando quise usar esos ejemplos, mis alumnas que podían ser mis hijas, me miraban sorprendidas. Desconocían esos símiles. La que lo aprendió pronto fue mi hija. Y explicado a gritos. Todavía me lo echa en cara.
ResponderEliminarSinceramente creo que te equivocas,a día de hoy te puedo asegurar que todos mis alumnos de esa clase saben diferenciar perfectamente entre vertical, horizontal u oblicua. También he de reconocer que el texto escrito se recrea en la situación para incentivar la lectura y el episodio no fue tan exagerado cómo lo cuento, pero sí que tiré de ironía y creo que el resultado fue bastante positivo.
ResponderEliminarDespués de leerte el ejemplo de los caramelos, veo en este otro que disfrutas mucho más demostrando tu superioridad intelectual sobre tus alumnos que enseñándoles de verdad. He dado clase, tengo amigos a varios niveles de profesorado, y he reconocido lo mismo en ellos y ellas y en mí mismo. Es fácil, y una salida lógica tras años de frustración educativa llegar a tu actual estado de burla de la ignorancia ajena. La ironía puede estar bien por su faceta humorística, pero el resultado, si lo que persigues es el bien de tus alumnos y no tu satisfacción personal, sería mucho mejor reduciendo al mínimo la burla y maximizando el humor en esa ironía. Por cierto, no olvides, que quizá alguno de tus alumnos sepa que no se puede decir "apolinea figura" a una chica, o la estás llamando hombruna, que no creo que fuera tu intención, y sí no se burlan de tu metedura de pata es por respeto o miedo, o sea, cuidadín con endiosarse por que nadie te lleva la contraria.
ResponderEliminarQuerido amigo Moebius: Cuídate,tú no estás bien.
ResponderEliminar"Frustración, satisfacción personal,burla, etc" ¿De que estás hablando?.
Por cierto y referente a apolinea, te paso lo que dice la RAE en su primera a acepción:
"apolíneo, a.
(Del lat. Apollinĕus).
Que posee los caracteres de serenidad y elegante equilibrio atribuidos a Apolo, dios griego".
Un cordial saludo y cuídate
Enhorabuena! Has conseguido poner en ridiculo a una cria de 16 años! Probablemente ese dia volvistes muy ufano a casa y se lo contaste a tu pareja como el gran logro que es.
ResponderEliminarY enfin, empezar a sacar latinismos para fardar, me parece el colmo de la pedantería.
Espero que alguien le ponga en ridículo algún día y sienta lo que sienten sus alumnos.
Si empezastes con ellos en 1ª de la ESO enseñandoles matematicas y llegan a 4º sin saberlas. La culpa de su ignorancias es tu propia incapacidad para enseñar.
ResponderEliminar¿Del hecho de que algunos de mis alumnos no sepan hacer una división por tres cifras infieres tú que no saben matemáticas? Alto poder deductivo posees y ya cuando me tildas de incapaz es que te cubres de gloria. Puede que algunos no sepan hacer divisiones ni raíces cuadradas, pero desde luego han aprendido a pensar con lógica, a adquirir las competencias básicas para resolver problemas aunque en el momento desconozcan la fórmula que tiene que utilizar, etc, etc. Bueno, no pierdo más el tiempo contigo
EliminarTu ni pierdes tiempo conmigo ni con tus alumnos. Asi les va a los pobres!
Eliminarmucho cuidado eh, que yo con Ricardo he aprendido mas que con ningun profesr del instituto... respeto tanto a el, como a nosotros, sus alumnos...
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