¿TÚ HAS HECHOS LOS DEBERES?
En
los muchos años que llevo metido en este fregado de la enseñanza mis alumnos me
han puesto mil y una excusas a la hora de justificarse cuando los he cogido
infraganti sin traerme realizadas las tareas mandadas para casa; cosa que, por
desgracia, ocurre con muchísima más frecuencia de la deseada.
El más sutil de los acertijos matemáticos nunca escrito. ¡Que cabroncete el diablo!
Casi
todas estas escusas se repiten una y otra vez, forman parte del argot
profesional, nos la sabemos de memoria, intuimos lo que nos van a decir con
sólo mirar la cara del interfecto. Las podríamos catalogar en dos grupos bien
diferenciados, las cotidianas de martes a viernes y las específicas de los lunes:
Entre
las primeras están las archiconocidas y cacareadas:
Profe, es
que he estado malo
Yo ayer no
vine a clase
Me dejé el
libro en el aula
En mi casa se fue la luz (justo es
decir que esta es de mi época, antidiluviana, y hoy en día está en franca
decadencia)
Tengo
estropeado el ordenador o no me funciona el "windoo" (esta por el contrario está a la orden del día; aunque la tarea en
cuestión fuese resolver una ecuación elemental y sólo hiciese falta un papel y
un humilde lápiz)
Entre las específicas de los lunes, vamos, después de
un fin de semana tirado a la bartola, están estas otras:
Mis padres
me llevaron de viaje.
Vinieron mis
primos de Barcelona y no tuve más remedio que estar con ellos (y tú piensas ¡cuánta abnegación la pobre criaturita,
agasajando y cuidando de la familia, con lo duro que es eso!)
Fue la
comunión de mi hermana, o la boda de mi tío, o cualquier evento familiar de
inexcusable presencia (joder, como se las
gastan en este pueblo, dos días y medio celebrando una comunión)
La implantación de las TIC en el aula
Ahora,
después de llevar tres años con mis actuales alumnos, y sabiendo estos que los
conozco como si los hubiese paridos (lo que, dados mis cromosomas, no deja de ser una metáfora,
evidentemente), se piensan muy mucho la trola que me van a soltar y, los más
honrados o los que tienen más confianza, o, simplemente los más caraduras, confiesan
abiertamente “profe, se me ha olvidado, lo siento”, y te lo sueltan con esa
dulce carita de quien no ha roto un plato en su vida.
Hoy,
lunes de un día cualquiera cercano a las Navidades, mi querido alumno,
llamémosle “Señor X” ha rizado el rizo,
ha alcanzado cotas inimaginables de sutiliza e imaginación. Sentado en primera
fila del aula, justito delante de mi mesa y mis narices, apenas separado un
palmo de mí, nada más comenzar la clase y antes de que yo diga nada, curándose
en salud, me llama la atención con su apocada voz y, enseñándome el blog de
anillas de trabajo, me espeta:
- Profe,
mira, no he podido hacer los ejercicios porque se me han acabado las hojas de
mates.
Y el zagal se queda tan
pancho.
La de veces que yo he soñado.........
¡Alucina
vecina!. ¡Toma castañas morena!. ¡Se le
han acabado las hojas de mates! ¿Y esto como se come?. Seguro que el pobre
chiquillo ha estado todo el fin de semana, (viernes, sábado y domingo) buscando
folios de mates con pedigrí por todos lados para poder hacer dignamente los
ejercicios. Ya me lo estoy imaginando recorriendo todo Gelves, Coria y parte
del Aljarafe sevillano, librería a librería, demandando desesperado unas buenas
hojas de mates donde poder solazarse haciendo los ejercicios mandados, pero
nada, ni una puñetera hoja de mates por ningún lado. Que frustración más gorda.
¿Dónde hay hojas de mates? Masculla mientras se mesa los cabellos. Vamos, es
que lo estoy viendo compungido y lloriqueante. ¡Que penita de chiquillo!.
¡Joder
con los matemáticos!. Es que nos pasamos de rebuscados poniendo cosas difíciles,
engorrosas, laberínticas y enmarañadas. Digo yo que tiene que ser tela de
complicado encontrar unas sólidas y respetables hojas de mates. Pobre criatura,
tanto sufrimiento para nada.
Tal como a este señor me pasa a mí muchos días.
Lo
mejor de todo es que su blog de trabajo es para todas las asignaturas, de esos
hermosos blog de anillas con cientos de folios y unos bonitos y vistosos separadores de colores; y, curiosamente, observo perplejo que
los únicos folios que se les habían acabado eran los de matemáticas. En el
blog, al lado de mates, religión luce un montón de impolutos y vírgenes (nunca
mejor dicho) folios en blancos, y en la
parte de francés ni te cuento “feuilles éblouir avec leur blancheur”
Cuando, inocente de mí, le
pregunto:
- Señor
X (para darle un poco de seriedad al asunto, pero con guasa, le hablo de
usted en un tono francamente circunspecto y severo) por qué no has cogido usted
una de las hojas en blanco, por ejemplo de la parte de religión, lo digo por la
proximidad, para hacer los ejercicios. Me
mira con cara de asombro y ojos de espanto, como quien mira a un demente al que
no le regara bien el cerebelo y, muy serio, en su papel, me responde:
- Por
Dios ¿pero cómo voy a coger un folio de religión para hacer mates?
La
contundencia de su respuesta me desarma, me deja anonadado; luego, después de
un rato rumiando pienso que el muchacho tiene su parte de razón: no es
baladí jugarse la excomunión por hacer unos míseros ejercicios de mate.
Con
la iglesia hemos topado.
¡Alma cándida y bendita¡
Eres genial Ricardo!!!! Se agradecen unas risas en estos momentos de stress. Un besote gordo y da recuerdos por allí.
ResponderEliminarEntiendo que los de música y dibujo a veces necesiten hojas especiales, pero para las mates hasta la lista de la compra vale...
ResponderEliminarJajaja, muy bueno! Daba clase en un IES público y ni me molestaba por mandar deberes, y luego pasé a infantil y el primer ciclo de primaria en un privado, dónde queda prohibida mandar deberes de inglés a los más chicos (los míos). ya que estoy en una academia y tengo la obligación de mandar, pero ellos para hacerlos, ninguna, me ha hecho reír después de un día largo!!
ResponderEliminar¿antidiluviano o antediluviano?
ResponderEliminarAunque teniendo en cuenta los peligros de mezclar agua y electricidad quizás sí que los apagones eran antidiluvianos.
Es: antediluviano (de antes del diluvio)...
ResponderEliminarGracias a mis dos últimos comentaristas por la información referente a antediluviano-antidiluviano . A pesar de saber que está mal escrita, ya no lo cambiaré. Me gusta mucho más la expresión incorrecta, tiene más fuerza.
ResponderEliminarGracias de nuevo
"Antidiluviano" se ha usado mucho, de toda la vida, aunque puristas y correctores bajen a puntualizar.
ResponderEliminarSi señor. Juan llevas toda la razón del mundo mundial; además de que se ha dicho mucho, muchísimo, es que la palabra me gusta una "jartá", la veo como con más enjundia que la otra.
ResponderEliminarTodo muy bien....Miles de profesores son la escoria sindical de este país, y los colegios dominados por las asociaciones políticas...Los maestros, muchas veces, haciendo pagar a justos por pecadores cuando se enfadas porque algunos lleven los deberes sin hacer. Y al final de todo, ocho años, desde primaria hasta segundo de la ESO, perdidos por la mayoría de los niños con temas repetidos hasta la extenuación en unos pésimos libros de texto, donde por ejemplo mi hija, acaba de estudiar que el motor económico de la economía espñaola es la construcción.
ResponderEliminarEso sí, algunos son honestos, no lo niego, y cuando hay suerte, se agradece.
ResponderEliminar¿Sabéis que mandar deberes está prohibido en españa en secundaria? ¿No? Pues informaos...y cumplid la ley.
ResponderEliminarEfectivamente desde el año 1957 que la promulgo el franquismo y fíjate si ha llovido desde entonces y ningún lumbrera de los que nos han gobernado le ha dado por derogarla. Probablemente no lo sabían. Yo tampoco me doy por enterado pues considero que los deberes forman parte integral de la educación académica
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