SEGUNDA ENTRADA: 10/02/2013
PRIMERA ENTRADA: 6 /11/2011
Al bar Yebra (Calle Medalla Milagrosa 3, 41009 Sevilla, teléfono 954351007) hay que ir expresamente, no es de esos bares que uno encuentra por casualidad durante un paseo al azar, Hasta la calle resulta desconocida para la mayoría de los sevillanos. La mejor referencia para llegar es decir que está en la primera bocacalle a la izquierda de la Avenida de la Cruz Roja entrando desde Capuchinos. Pincha aquí y veras la ubicación exacta
Después de unos largos
meses de ausencia he vuelto al que para mí sigue siendo el mejor bar de
Sevilla, lástima que mi economía no me permita visitarlo con más asiduidad
porque cada vez que lo hago salgo con una sonrisa en el estómago y un agujerito
en la cuenta corriente.
Ración de huevos de chocos con cocochas de bacalao
En realidad y si me
paro a echar cuentas la cosa no es tan grave. En cualquier restaurante de medio
pelo de Sevilla y a poco que te estires con un par de copas te sale la multa
por 25/30 €, si ya te metes en algún
otro más conocido, estiloso o que esté de modilla la cosa sube a 45/50 € y si
por casualidad, en un acto de absoluta irresponsabilidad, te acercas a la creme
de la creme o a alguno que aunque sea de lejos haya olido una estrellita ve
preparando la visa oro y un tranquilizante para que se te quite el posterior mosqueo.
Después de una dura
semanita de exámenes de mi hija (matemáticas, historia, lengua) y por ende mía y de mi esposa, el domingo
tocaba resarcirse y agradecerle (agradecernos) el esfuerzo, conclusión: llevarla
a comer donde más le gusta, al Yebra.
Todo sigue igual, es
decir impecable el local, inmejorable, rápido y atento el servicio; la oferta
de raciones realmente apabullante y de la calidad de las mismas no digo nada
porque todo sería una batería de alabanzas. Un único cambio: el local no estaba
lleno a rebosar como antaño, llenos sí pero no atiborrado y con gente haciendo
cola como solía estar, además casi todos los afortunados comensales que
estábamos allí lucíamos hermosas canas,
se ve que la gente más joven andan ligeramente caninas y no se pueden permitir
ciertos lujillos.
Bueno, a lo que iba; tres raciones, cinco cervezas (1,20 €), dos
copas de vino (3 €) y dos Coca-Cola (1,50 €) por 73,50 €, es decir como un
restaurante normalito, sin llegar a los 25 € por cabeza, además decir que de
entrada nos agasajan con el clásico platito de papas aliñadas, nos cambiaron al
menos tres veces el canastito de pan y otras tantas nos pusieron platos y
cubiertos nuevos. Todo un lujo
¡Y que tres raciones!
Calamar de potera salteado con gulas y gambas al ajillo (24 €). Esta
ración es al peso y según el precio del calamar en el mercado, a nosotros nos
pusieron uno enorme de 600 gramos. El kilo estaba a 40 €. Memorable
Huevos de chocos con cocochas e bacalao blaseadas a la alicantina (15
€). Precio fijo. Sublime
Solomillo de cebón de buey con micuit de oca al gratén (20 €). Esta
también es al peso, 60 €/kg. Espectacular.
Como habéis podido
observar he sido parco en comenta los platos, os aseguro que sobran las palabras.
Absolutamente
recomendable.
Un día es un día
PRIMERA ENTRADA: 6 /11/2011
Al bar Yebra (Calle Medalla Milagrosa 3, 41009 Sevilla, teléfono 954351007) hay que ir expresamente, no es de esos bares que uno encuentra por casualidad durante un paseo al azar, Hasta la calle resulta desconocida para la mayoría de los sevillanos. La mejor referencia para llegar es decir que está en la primera bocacalle a la izquierda de la Avenida de la Cruz Roja entrando desde Capuchinos. Pincha aquí y veras la ubicación exacta
Antes de empezar, reconocer que soy un fan incondicional de este bar desde hace muchos, muchos años, antes de su ubicación actual, cuando era una minúscula taberna situada al otro lado de la avenida. El bar está regentado por los hermanos Yebra, Manuel en la barra y Francisco Javier en los fogones. Por él han pasado muchos camareros, algunos de los cuales han aprovechado lo aquí aprendido para montar sus propios negocios a imitación de este; ninguno lo ha logrado, alguno se ha aproximado, pero se queda en eso, en una mera imitación.
Comedor, al fondo las pizarras y los anaqueles con las botellas de vino.
El local es modesto, con 8 mesas y una buena barra haciendo ele. Si llegas sobre la una y media cogerás una mesa, diez minutos más tarde olvídate de sentarte. Para empezar y pidas lo que pidas te ponen un plato de papas aliñas que están buenísimas, en su justa medida el vinagre y con un aceite de órdago. La cervezas, cruzcampo, la sirven en macetas sevillanas de cristal fino y el vino, una buena bodega siempre dispuesta, en grandes catavinos.
Una institución tras la barra, siempre presto a la menor indicación
Hoy voy a hablar de las raciones, de las tapas ya he realizado otra entrada en este blog.
Te sientas y empiezas a mirar las múltiples pizarras escritas a tiza que cuelgan de sus paredes, pizarras llenas de las tentaciones más sugerentes, todas ellas por raciones: Suprema de corvina salteada con gulas y gambas al ajillo, lomo de rodaballo a la gallega con almejas, lomo de bacalao a la vizcaína la vinagre de Jerez, lomo de jabalí a Ramón Bilbao, solomillo de buey con foie fresco a la parrilla, morrillo de atún sobre salmorejo, lomo de venado al vino oloroso, arroz caldoso con bogavante o carabineros, espiral de lenguado relleno de langostino en salsa de cava, cabrito al horno, entrecot de buey a la brasa, ternera argentina, etc.. Escritas en las pizarras es una cosa, pero cuando estás sentado y empiezan a pasar estas raciones por tu lado se te van los ojos detrás de ellas y no sabe por cual decidirte. Por cierto, el jamón es de la sierra norte de Sevilla, concretamente de la finca Soleta, situada en mi pueblo, El Real de la Jara.
Lomos de merluza con gulas y gambas
Junto a las pizarras numerosos artículos enmarcados dan fe de la trascendencia culinaria de este bar, referencias de periódicos, artículos de revistas especializadas, notas firmadas por expertos cocineros, etc.
El jueves, aprovechando que mi hija está de vacaciones de sus estudios en Irlanda, a instancia de ella nos acercamos a comer a mediodía. . Siempre que puede nos camela para que la llevemos, y esta vez no iba ser menos.
Tres cervezas, una copa de Ribera y dos refrescos de cola para beber.
Atún a la brasa sobre una base de salmorejo
Rocío, mi hija, eligió la comida: calamar de potera a la brasa con gulas y gambas y huevas de chocos con cocochas de bacalao al pilpil. El primer plato siempre lo pide, es su preferido, en el segundo nos sorprendió porque normalmente pide entrecot de buey o ternera argentina en su punto. Huelga decir que ambas raciones estaban absolutamente deliciosas y quedamos más que satisfechos.
Arroz del día, en este caso con langostinos.
Me gustaría comentar algo referente al precio de las raciones. Hace un par de años, todas las raciones eran al peso, es decir tanto te pongo, tanto de cobro. Ahora, gracias a Dios, muchas de ellas tienen un precio fijo, por ejemplo las huevas de chocos con cocochas de bacalao al pilpil valen 15 €, pero otras varían según la cantidad que te pongan y eso lo decide el cocinero atendiendo al número de comensales, el calamar de potera a la brasa con gulas y gambas estaba a 40 € el kilo. Digo esto porque nunca sabes exactamente cuánto vas a pagar ni la cantidad que te vas a encontrar en el plato. Recuerdo una vez que pedimos lomo de bacalao a la vizcaína, y se presentaron con una enorme ración, tan grande (también en precio) que nos costó trabajo acabarla y ya no pudimos degustar nada más.
Morrillo de atún con gelatina de melón, nube de tomate y champiñon. Receta
En total, las 3 cervezas, el vino, los dos refrescos y las dos raciones fueron 53,70 €, no sé cuánto costaron los calamares, pero, como dice el refrán, sarna con gusto no pica.
Hablando de lo lleno que está siempre el bar, sobre todo los fines de semana, voy a contar una pequeña anécdota que nos ocurrió en él.
Como ya he mencionado antes a partir de las dos menos cuarto esto está siempre lleno, Eva y yo solemos llegar sobre la una y media, elegir una buena mesa (casi siempre la que está solitaria a la derecha de la entrada) y solazarnos tranquilamente hasta más o menos las tres. Antes no había lista para reserva de mesas y uno de mis divertimentos era seleccionar a quien le iba a dejar la mesa cuando nosotros, ya satisfechos, abandonábamos el local.
Un día con el bar hasta los topes y un montón de gente en pie escudriñando las mesas con verdadero ahínco para ver quien dejaba una libre, vemos entrar dos matrimonios ya mayorcitos impecablemente vestidos y le comento a Eva que a ellos les vamos a dejar nuestra mesa.
Nuestra mesa preferida, en la pared encima de la barra se ven las muchas publicaciones...
Me levanto, me acerco y les comento que nosotros nos vamos, que si quieren les cedemos nuestra mesa, pero que para disimular un poco sería aconsejable que se sentaran las señoras con Eva mientras yo abono nuestra consumición en la barra.
Dicho y hecho. Las señoras se sientan y los caballeros se vienen conmigo hacía la barra a pedir algo.
Yo no hago más que mirar a uno de ellos con el firme convencimiento de que lo conozco, rebusco en mis recuerdos pero nada de nada, sin embargo mientras más charlo con él más convencido estoy que lo conozco.
Se lo comento y comenzamos a buscar lugares comunes donde podríamos haber coincidido (facultad de matemáticas, el barrio, conocidos, etc.). Nada de nada, pero yo no dejaba de darle vueltas y más vueltas e insistía una y otra vez en localizar un pasado común. Nuestras respectivas seguían interesadas nuestras cuitas para ver donde acababa todo.
El buen señor, cordial y educadísimo, viendo que la cosa se eternizaba y yo no daba con la tecla me comenta:
- Puede que por el nombre le recuerde algo, yo me llamo Manuel del Valle.
Salté como un rayo.
- ¡Coño, el alcalde de Sevilla, así decía yo que me sonaba la cara¡
Don Manuel, con cara benevolente, me sonrió como diciendo, vaya coñazo me ha caído, si no le digo quien soy me tiene enredado hasta la noche.
No llegue a ponerme rojo porque no me dio tiempo, presurosamente cogí a mi mujer por el brazo (despídete niña, que nos vamos) nos despedimos y abandonamos el establecimiento a galope tendido. Nada más cerrarse las puertas a nuestras espaldas Eva estalló en una estruendosa carcajada que, seguro estoy, sonó en todo el bar; yo, por si las moscas, caminaba silbando tres pasos delante de ella como si la cosa no fuese conmigo.
Otros bares de Sevilla que no te puedes perder
Gracias por leerme
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yo conocí el Yedra, cuando era una tasquita al otro lado de la calle, ahora tiene una presencia impecable, claro está que la cobran y las tapas son para probar la amplia carta que tienen, después te sentiras mal porque vas a tener que ponerte a dieta, en fin, magnifico tapeo y lo más dificil lo mantienen desde hace muchos años, eso si que es dificil.
ResponderEliminarYo tambien lo conoci cuando estaba en el otro local, minusculo. Lo que no me acuerdo es de si el padre estaba en él o ya estaba retirado. Todavia sigue haciendo las maravillosas papas aliñas de entrante.
ResponderEliminarHola Ricardo,
ResponderEliminarSoy de Barcelona y por motivos de trabajo voy 2 veces mínimo a Sevilla por año. Conozco el Yebra desde hace más de 15 años. Sigo considerándolo el mejor bar de tapas de Sevilla. Pero no le doy un 10, por que quisiera puntualizar una cosa: desde que están en el local nuevo, desde que salieron en varios artículos en prensa ha èrdido autenticidad. la cercanía de bar de barrio que tenía nates ahora a mi modo de ver no es la misma. Querer vestir de elegancia un local que era sencillo para mi tampoco es un acierto y lo peor los precios so carísimos en comparación con el local antiguo. Eso sí , la calidad y la creatividad se mentienen.
Saludos,
Ruben.
De acuerdo contigo Rubén, yo tampoco le he dado un 10, me he quedado en un 8,50.
ResponderEliminarSigo pensando que es el mejor bar de Sevilla para tomarse una buena ración (con respecto a las tapas creo que al menos hay varios iguales sino mejores) y sobre todo que es demasiado caro para la que está cayendo.
Reconocer que la calidad de las materias primas es fantástica y la destreza de los cocineros esta a la par.
Gracias por el comentario y cordiales saludos
Ricardo,
ResponderEliminarTengo que conocerte. Me encanta tu blog. Si te parece bien la próxima vez que vaya a Sevilla quedamos. Me pareces una persona increible en tus críticas gastronómicas y además compartimos la afición de las setas. Como te dije en mi anterior comentario vivo en Barcelona, aunque soy Madrileño, y hace muchos años que vivo en Cataluña. Si vienes por aquí antes de que yo vaya por Sevilla que sepas que estás invitado a los mejores bares de tapas de Bacelona. Un afectuoso saludo.
Ruben
Rubén muchísimas gracias por tu invitación aunque por el momento no creo que visite Barcelona, aunque nunca se sabe.
ResponderEliminarRespecto a tus venidas a Sevilla, si puedo estaría encantado de compartir contigo unos refrigerios. Como has podido ver en el blog hay una amplia colección de bares para visitar aunque hay uno, que no está aún en el blog, que no se si conoces pero que tiene cinco o seis raciones que son de lo mejor de Sevilla, se llama La Montería, pero todo el mundo lo conoce por el nombre de su dueño Joaquín Márquez, está al principo de la calle Felipe II, junto al Parque de María Luisa
Entra en este enlace y te harás una idea: http://11870.com/pro/la-monteria-casa-joaquin-marquez
El salmorejo, las albóndigas de choco, el atún, el novillo argentino, espectaculares.
Si no lo cononces te lo recomiento encarecidamente.
Un cordial saludo
Ricardo, Felicidades por tu blog. Queria comentarte que he leido tus comentarios sobre distintos Bares que yo tambien conozco y estoy totalmente de acuerdo y comparto plenamente tus opiniones. Por lo que respecta al Bar Yebra, para mi tambien es el mejor de Sevilla. La calidad hay que pagarla y en Yebra, todo es calidad...
ResponderEliminarHe visto tu receta de Coulant de pulpo, la he preparado, tal y como dices, y me salido buenísima. Así que de nuevo Felicidades por tus aportaciones. No se si habrás visto en el Bar Don Juan de c/. Alemanes, 7 la tapa de Coulant de Bacalo, que participa en el Concurso de "Sevilla en boca de todos". Si la pruebas, ya nos dirás que te parece.. Yo aún no la he probado, haber si voy este fin de Semana. Saludos,
Gracias por tus cariñosas palabras y me hago eco de tu sugerencia, este domingo le haré los correspondientes honores.
EliminarYa he pasado por D. Juan de c/. Alemanes, para probar el Coulant de Bacalao y la verdad es que me ha defraudado. Tenía muy buen aspecto en la foto, pero al probarlo, resulta algo insípido. Se trata de una magdalena con una crema de bacalao fria en su interior y adornado con una rodaja de naranja caramelizada y una pequeña porción de una especie de mahonesa muy suave. Ya quisiera parecerse al Coulant de pulpo de tu receta. Probamos la otra tapa del Concurso (falso muslo de pollo gaseado en un tofe de foie) y dos mas, pero ninguna de ellas destacaba especialmente. El servicio muy atento y los precios normales en este tipo de Bares (De 2,60 a 5 Euros la tapa). Te lo comento, porque como te lo recomendé, para que sepas cual es mi opinión. Un saludo y que continúes con este magnífico blog.
ResponderEliminarMagnifico tu blog Ricardo, te doy la enhorabuena por él; permiteme que te haga una recomendación para la próxima vez que vengas por Sevilla, prueba a comer en Anden3 (calle Enramadilla 1) es una gastro cocteleria donde ponen unas tapas exquisitas y a muy buen precio; podrias probar y darnos tu opinion; espero que lo hagas y por supuesto que te guste.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario, tendré en cuenta tu recomendación para un fin de semana de estos, en algún momento ya me han llegado referencias de ese local, pero hasta ahora no hemos sido presentados. Me alegra que te guste el blog, a mí también.
EliminarRicardo, ni me acuerdo de cómo he llegado a este blog, pero me ha alegrado el día. ¡Verá cuando se lo cuente a mi parienta!. Soy en sevillano de 39 años, afincado en Valladolid por motivos de trabajo desde los 25. Voy a Sevilla 3 ó 4 veces al año, acompañado a estas alturas, de mi mujer y mis dos hijas (que son todas de aquí). Nos encanta tapear, pero he de reconocer que mi cultura de bares sevillanos deja mucho que desear. Claro, cuando vivía en Sevilla, pensaba en otras historias (no en las tapas precisamente) , y mi mujer siempre me dice que le llevo a los mismos sitios. ¡¡Pues se va a enterar la próxima vez que bajemos!!
ResponderEliminarMe acabo de meter en favoritos este blog... y por supuesto, y para rematar la faena, también el de matemáticas. Soy un forofo de las matemñaticas. ¡¡Si es que lo has bordao, cojones!! MUCHAS GRACIASSSSSS.
Muchas gracias por el entusiasmo, joder con visitantes cómo tú uno se encuentra encantado y gratificado. Me alegra que el blog te sea útil y si de camino te camelas a la parienta miel sobre hojuela.
EliminarHola Ricardo acabo de conocer tu Blog y me ha gustado, gracias por la referencia. Te recomiendo en San Lucar de BARRAMEDA Restaunte Mirador de Doñana (Bajo de Guía) Sopa de Galera, Sacrificio, en una mesa del primer piso con Doñana y la desembocadura del Guadalquibir al fondo. Saludos Fernando Candel
ResponderEliminarSimplemente genial, los platos super cuidados y originales, de lo mejor para comer en mi barrio.
ResponderEliminarGracias Exmo. Sr. Don Ricardo Rodán, así hay que presentarse ante ti. Estuvimos en el Yebra. Por supuesto pedimos: el calamar de potera..., las huevas de salmón con cocochas de bacalao y ¡¡CABRITO!! y una manzanilla en rama y riberita para la carne. Vaya fiestón. Comentaré el cabrito al horno cocinado a baja temperatura durante más de 40 horas. Éramos 4 y pusieron 4 presas generosas (ya no sé si la ración la forman 4 trozos o tuvieron el detalle de poner una para cada uno). Deshuesé todo como si fuera mantequilla y meclado con la salsa propia del cabrito aquello hizo sonar las papilas gustativas como música celestial. Un acierto. Volveremos a probar otras cosas.
ResponderEliminarVaya con la Sevilla de Ricardo. Gracias, compañero.
Gracias Alfonso por el amable trato que me dispensas. El Yebra siempre es una apuesta segura, un caballo ganador. Yo, cada cierto tiempo, vuelvo a él para darme un homenaje. Aquí me tienes para lo que gustes, y, de camino, si invitas a una copita, pues miel sobre hojuelas. Un abrazo
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