¡La leche!, acabo de percatarme
viendo el blog que llevo desde el 5 de junio sin publicar nada de nada, rien di
rien como dicen los gabachos, y esa postrera entrada fue la última feria de
la tapa de mi pueblo. En realidad sin hacer una entrada de un nuevo
establecimiento llevo la intemerata de tiempo, y para más inri mis dos
ultimas visitas fueron a Almenta en Huelva y Recomiendo Power en Córdoba; una
dejadez imperdonable y un auténtico despropósito.
Bueno pues se acabó, esto se ha
acabado y que día mejor que hoy sábado 16 que no tengo más remedio que ir al
centro acompañando a mi señora que tiene que estar presente en la solemne
inauguración del año académico que tiene lugar en la iglesia de la
Anunciación y que tiene todo el boato
del mundo, incluido presencia de autoridades universitarias, rectores varios,
consejeros de la Junta y hasta la ínclita Susana, azote feroz del más recalcitrante sanchismo.
Mi señora togada pasando delante de las autoridades |
Pues dicho y hecho. A las doce y
media mi señora se pone la toga y a aguantar las dos horitas de conferencias
varias, parafernalias, parabienes, besitos, apretones de manos y todo lo que se
lleva en esos menesteres. Mientras, yo me pego un pasito por el centro y a la
vuelta me pego una parrafada de una horita con los guardaespaldas de las
autoridades, que para eso uno de ellos es amigo mío desde que nos salieron los
dientes de leche.
El caso es que hasta las tres no
se acabó la función y como teníamos reservada mesa para las dos y media se nos
jodió el invento. O casi.
El local elegido para la rentrée (hoy estoy que me salgo con la
lengua de Moliere) ha sido sugerencia de mi compañero Enrique, que en esto de
las salidas gastronómicas es un avezado especialista, sobre todo porque se
niega a entrar en la cocina de su casa de vienes a lunes y así claro, así
cualquiera conoce todos los rincones habidos y por haber.
Restaurante Torres y García, c/
Harinas 2 y 4, de la cuadra de Ovejas Negras y como dice su página web: Situado en el Arenal en pleno centro
histórico de Sevilla, Torres y Garcia es la última incorporación a nuestra
“Company”. Un local espectacular de 500 m2 con varios ambientes y decorado al
más puro estilo industrial – colonial. De aquí no podrás irte sin pasearte por
los distintos ambientes y disfrutar de su terraza interior. Cocina rústica,
fresca y sencilla con horno de leña a la vista.
Aunque llegamos casi una hora
después de nuestra reserva encontramos una mesa en el patio y nos acomodamos
estupendamente. Efectivamente el local es bastante espectacular y la entrada me
recordó a Canalla Bistro de Ricard Camarena en Valencia y eso ya es una buena
premonición.
Nos atiende un chico llamado
Fernando que es la eficiencia y la amabilidad personificada y nada más
sentarnos y vernos la cara de sedientos que acarreábamos nos trae una cerveza (2 € el pelotazo) que nos duró lo que duran dos peces de hielo, en un whisky on the rocks.
Mi paladar es muy paleto y no llega a
tanto, pero me gustó.
La carta es
correcta, ni corta ni excesiva, con una buena y dispar oferta y la carta de
vino tiene una amplia variedad de caldos andaluces, cosa que a nosotros nos
complace especialmente, de hecho nos pedimos una botellita de Cortijo de los Aguilares 2016
(19,50 €)de Ronda y que como dice su propaganda: Largo y apetecible, es un vino que nace en plena Sierra de las
Nieves, cerca del Mediterráneo, por lo que se ve favorecido por las noches
frescas de verano que confieren la magnífica acidez natural con
la que cuenta el vino. En nariz predominan los frutos rojos, con unas puntas de
hinojo. En boca resulta fresco y untuoso.
A la hora
de comer nos comportamos muy pero que muy decentemente, parcos, comedidos para
lo que en estos casos nosotros solemos ser y solo degustamos cuatro cosillas de
nada y en este orden:
Ensaladilla
de pulpo con mayo de pimentón 3,90€.
Lo más
flojo de todo y un poco soso, no lo pediría otra vez. Por cierto ¿qué será eso
de mayo de pimentón? Lo he buscado en internet y nati di nati.
Pez
mantequilla encevichado con kumquats y aliño thai de cacahuetes 7,90. Soy un
enamorado de los ceviches, y desde que el año pasado los caté de todos los
tipos en Perú más todavía. El plato bien combinado, la ensalada sabrosa y el
pez rico rico.
Alitas
de pollo zarandeadas con salsa barbacoa y tamarindo 5,50 €
Mato por
una buenas alitas y estas estaban de muerte. Embadurnaditas, crujientes,
sabrosísimas, para solazarse comiéndolas con las manos.
Bacalao
con puerros asados, crema de guisantes y menta 10 €
El bacalao era XXX de tamaño y de calidad,
con unas hermosísimas y blanquísimas lascas. Muy bien acompañado con los
puerros y la crema. Un tremendo contraste con el plato anterior, si las alitas
te inundaban de sabores fuertes y a lo bestia, el bacalao resalta por la
sutileza de los mismos.
Empezamos
regular con la ensaladilla pero acabamos requetebién, los dos últimos platos
muy muy recomendables. Durante el ágape Fernando nos cambió platos y cubiertos
en tres ocasiones y nos trajo piquitos y pan por segunda vez sin tener que
pedírselo. Una joya de muchacho.
Al final
nos invitaron a un chupito que no me acuerdo de que era; nos lo presentaron en
dos largos tubos de cristal como los que se utilizan en los laboratorios, muy
de moda esta costumbre últimamente.
En
definitiva el sitio está bastante bien, el servicio es bastante rápido para lo
grande que es el establecimiento y el lugar está muy bien decorado y es
acogedor y agradable.
Pagamos
por las dos cervezas, la botella de vino y los cuatro platos 53,20 €, lo que me
parece un precio bastante aceptable.
Me alegro de tenerlo de vuelta, larga ha sido la temporada sin saber nada de sus andanzas. A ver si nos ponemos las pilas y esto no se repite.
ResponderEliminarGracias por el comentario y por ánimos. No se repetirá.
EliminarMayo de pimentón... ¿Podría ser mayonesa de pimentón?
ResponderEliminarNo es mayonesa de pimentón, a no ser que fuese un error tipográfico de la carta, pero de mayo a mayonesa hay muda distancia. Fui un tontajo al no preguntar. Me encanta eso de el_hombre_serio. Gracias por tu comentario
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