Mi vida
transcurre entre el trabajo y mi casa, mi casa y el trabajo. Clases de
matemáticas como matemático que soy, y como jefe de estudios broncas con
alumnos y mucho papeleo por internet, amen de las consabidas entrevistas con
padres. Fuera del horario laboral mi ratito diario de gimnasio y padel, escarceos
de compras por los mercados y cuando llego a casa pijamita y la mayor parte del
tiempo metido entre fogones, internet y siempre
un buen libro. Lo más caprichoso del día una tarrina de caracoles para degustar
por la noche con una copa de vino junto a mi mujer. Todo de lo más rutinario y anodino.
Pero
llego al pueblo el fin de semana y el doctor Yequil se transforma en míster
Hyde, el panorama cambia radicalmente. Llego al El Real y literalmente se me
cae la casa encima y no veo que llegue la hora de irme a la Piscina a tomarme
una cervecita, ponerme a hablar con el primero que me encuentre y dejarme
sorprender por José Antonio con alguna de las virguerías-casquerias que cocina.
Darle un vistazo a Ignacio a ver que delicatesen nos ha propuesto hoy o ir al
Negro a comerme unos picos de costillas o un chorizo a la brasa. El Orejilla no puede faltar en este deambular,
a meterte un poco con él y oír como él
se mete con todo el mundo, a decirle que ponga algo que es un puñetero rácano;
más tarde al Pepín (ya no es Pepín, ahora es Ana, pero nos va a costar
cambiarle el nombre después de tantos años) que va recuperando su solera y
esplendor y siempre acabo en La Ribera charlando con los cubateros de media
tarde mientras yo apuro la última cerveza. Al Pedro voy de noche, allí se va de
relax. Del resto soy menos asiduo, pero de vez en cuando también me tomo una
litrona con mi compadre en el Hueesiqui, o voy con Juanito al El Sitio, o me siento en la Carcoma alguna tarde acompañando a mi cuñado Felix, o.......
Consecuencia:
Como se puede ver me encantan los bares de mi pueblo y los conozco bien.
Viene
esto a cuento por el concurso de tapas de este fin de semana y, sintiéndolo
mucho, debo de decir que esperaba mucho más, que me ha decepcionado muy mucho.
No quiero ni soy nadie para cargar las tintas, pero si voy argumentar las
sensaciones que he tenido. Mi idea era comentar tapa por tapa, hablar de
calidades, texturas, presentación, armonía, etc. Al final he decidido no
personalizar y hacer cuatro o cinco comentarios generalizados.
1. Creo
que al concurso le ha faltado proyección por parte de la organización del mismo
y que no se ha publicitado en condiciones. Digo esto porque he sido incapaz de
encontrar en internet una sola referencia al mismo donde apareciera un tríptico
con las tapas y bares que participaban y porque no he visto ni un alma de los
lugareños de pueblos vecinos que hayan venido a visitarnos y degustar las
tapas.
2. Muchos
de los bares se lo han tomado como un día más, simplemente con la expectativa
de que quizás tuvieran algo más de clientela, pero sin hacer un verdadero
esfuerzo por ofertar algo innovador y realmente trabajado.
3. A
mi juicio sólo algún establecimiento ha realizado una tapa pensada y elaborada
con mimo y sólo tres de ellos se han esforzado en hacerlo con una presentación
acorde al concurso. Siento decir que si a un evento se le quiere dotar de
carácter y categoría no se pueden presentar platos de plásticos adocenados y la
tapa tirada sobre él como si me estuviese comiendo el guiso de mediodía en un
menú de un restaurante de polígono.
4. En
la mayoría de los casos el sabor y calidad (en tres notablemente) estaba por
muy por encima de la media, pero lo echaron todo por tierra a la hora de
presentarlo.
En fin que yo,
haciendo un ímprobo esfuerzo, probé las nueve tapas el sábado por la
mañana-tarde; que de las nueve solo salvo a una en conjunto (sabor y
presentación), a otra medio-medio, a dos
en presentación y a otras dos en sabor. Un pobre bagaje.
Estas son las
nueve tapas y una pincelada sobre cada una, están en orden estricto de como las
fui probando:
Se le fue un punto la mano con la
sal al Huesiqui y se quedo corto en la fritura.
BAR EL BERRO: Piruleta de langostino en
salsa de pescado
Una tapa muy digna y bien
presentada, con más mérito aún si se tiene en cuenta las características y
posibilidades del bar.
BAR CASA DE LA CULTURA: Milhojas de manitas
de cerdo.
BAR EL MONTERO: Tosta de jamón y salmorejo
La tosta con salmorejo y jamón de
la Piscina ya sabemos que está cojonuda, pero leches Tejero, esto es un
concurso y no puedes poner lo de todos los días.
BAR JARA. Pollo ala salvia
Aunque el sabor del pollo estaba
muy bien, no se puede servir una tapa a un concurso con menos elegancia.
BAR CAFETERIA LA CARCOMA: Rabo de cerdo en
salsa
BAR EL SITIO: Medallones de solomillo de
cerdo.
BAR ANA: Cucurucho de pulpo con parmentier
de patata
Para llevar tres días abierto le
puso ganas y fe, lástima que el cucurucho estuviese muy gordo y crudo y….
BAR LA RIBERA COCKTAILS: Bocado ibérico en
salsa.
El más currado en elaboración,
trabajo y la mejor presentación con diferencia. El único pero es que la salsa
pecaba de potente. De todas formas para mí el mejor, aunque no a la altura del
de año pasado.
Espero me
entiendan los que no coincidan con mis apreciaciones y me disculpen quienes se
haya podido sentir ofendidos; pero sobre todo, espero que el año que viene la
cosa se hagan mucho mejor y sirva el evento de escaparate donde mostrar la
habilidades gastronómicas de nuestro pueblo.
Buena apreciación Ricardo un abrazo
ResponderEliminarExtraordinario reportaje, Ricardo. Lástima que la difusión no esté a la altura de El Real de la Jara. Hay que implicarse en todos los aspectos y eso es tarea de muchos. Debe de existir una planificación a largo plazo en busca de ideas, convenios y patrocinadores. Un fuerte abrazo.
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