Ya antes de irme de vacaciones a Perú estaba enamorado hasta las cachas de su gastronomía,
pero ahora con los ceviches está tomando esto unas dimensiones de auténtica
locura, hasta el punto que he decidido incorporarlo a mi menú semanal.
Todas las semanas una vez al
menos cenamos en casa ceviche se ponga el solo por donde se ponga. Hasta ahora he ido
cambiando la base y ya los he catado de perca, de salmón, de merluza y de bacalao
fresco y de todos ellos el que más me convence por el momento es el perca al
tener esta una textura y consistencia perfecta para el marinado y encima te la
venden ya en un gran filete que viene límpio de polvo y paja. El de salmón
tampoco está mal.
El ceviche es la apoteosis de la
sencillez, la cocina minimalista llevada a la enésima potencia y encima reúne unas
maravillosas propiedades aparte de su exquisitez. Es una comida la repera de
sana, sin grasas ni aceites, baja en calorías, se necesitan cuatro ingredientes
mal contados y se prepara en veinte minutos.
¿Quién da más por menos?
Vamos al grano. Lo fundamental es
un buen trozo de pescado limpio de
espinas y de partes grasas (los filetes de perca o los lomos limpios de salmón
vienen al pelo) y por supuesto que esté fresco como una rosa. Como ya se me han
acabado los limones peruanos que me traje utilizo lima y no desmerece en
absoluto.
Ingredientes:
250 gramos de pescado
Limas. Con cuatro o cinco es suficiente.
Cebolla morada
Maíz cocido de lata
Batata cocida o en su defecto una patata cocida
El proceso es increíblemente sencillo.
Se trocea el pescado en dados de un centímetro y medio de lado, se sala
someramente y se coloca en un bol. Exprimimos las limas y con su jugo cubrimos
los trozos de pescado. Llevamos el bol al frigo donde estará sobre diez
minutos.
Mientras el pescado se está refrigerando picamos la cebolla morada muy
finamente en juliana.
Al cabo de los diez minutos el pescado
ha de haber cambiado de color al cocerse en el jugo de la lima. Lo escurrimos
en un colador y yo le pongo el caldo a la cebolla ya picada durante unos
minutos para atemperarla. Le viene muy bien.
Pues ya solo resta preparar el
plato con el maíz a un lado, el pescado en el centro y las rodajas de patatas
al otro. Encima de todo la cebolla morada escurrida y si os gusta unas rodajas muy finas de
pimiento y un toque de pimienta blanca.
Se te caen dos lagrimones que no
te quiero contar.
Repito, enamorado estoy.
Ricardo leches, cuanto tiempo haces que no le pegas un palo al agua. ¡Casi tres meses sin escribir! Ya era hora de que te reincorporaras.
ResponderEliminarSoy Ricardo
Llevas toda la razón. No se repetirá hasta la siguiente vez. Por cierto, yo también soy Ricardo
EliminarYa lo sabía, yo soy tu
Eliminar¿Tu eres yo? ¡Cojones, tendré desdoblamiento de personalidad?
EliminarCuenta algo del Perú y de tu viaje. Tus opiniones transmiten y deben tenerse en cuenta. Lo mismo nos animamos a ir
ResponderEliminarQuerido amigo, tengo la intención de contarlo todo todito todo. Ya lo tengo escrito y estoy en proceso de pulirlo. Tengo por costumbre que cuando hago un viaje escribo un librito del mismo para cuando sea viejo poder recordar las cosas que hice de joven. Este lo compartiré con todos en seis o siete entradas: Lima, Puno-Lago Titicaca. Cusco. Valle Sagrado. Machu Pichu. Colan. Chachapoyas. Tarapoto. Comidas. Muchas gracias por tus amables palabras
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