SI MARIANO JOSE LEVANTARA LA CABEZA

SI MARIANO JOSÉ DE LARRA LEVANTARA LA CABEZA.

DEL VUELVA USTED MAÑANA A...........

El país está bien jodido; los políticos parecen empeñados en una  carrera suicida en pos de encontrar al mayor de los incompetentes haciendo mayúsculas barrabasadas (lucha ardua, por cierto); se sigue disparando con pólvora ajena y los dispendios de muchos nos llenan de estupor y de mala leche. De la corrupción galopante mejor no hablar so pena de que se me vuelva a abrir la úlcera que me trae frito.

Hay que poner en valor..................

Día a día, en cualquier administración que se precie, se comenten mil disparates, dislates gratuitos en contra del mínimo sentido común; y esto ocurre a todas las escalas, desde las grandes corporaciones hasta los minúsculos ayuntamientos. Por desgracia para nosotros en todas partes cuecen habas y todas  ellas (gobierno, autonomías, diputaciones, ayuntamientos varios, entes públicos mil) están preñadas de prebostes imbuidos del don de la infalibilidad, que no se mueven de su poltrona así le aticen con tizones incandescentes y que nos hacen la vida imposible con sus peregrinas ideas.

¡Que Dios, en su infinita sabiduría e indulgencia, nos coja confesados!

¡Que simpáticos y jodidos los tres!

Viene el párrafo anterior a colación por lo acaecido con la Delegación de Educación de la muy digna Junta de Andalucía (Andalucía imparable, grita Griñan, y no se le cae la cara de vergüenza. Imparable, cuesta abajo y con patines, apostillo yo. 30 años deslizándose imparable e irremediablemente hacía la ruina económica, social y al desahucio cultural. Con mas inri: los diputados andaluces se autoexcluyen de los recortes salariales en 2013) a la hora de la recogida de los cuadernillos de la prueba de diagnóstico (matemáticas, lengua y conocimiento del medio) que se realizan en todos los institutos y colegios de Andalucía para comparar nuestro nivel con el resto de España y de Europa (paupérrimo, por cierto, vaya esto por delante).

Imparable, impagable, infumable, impasible.....

La orden emitida por la Consejería de Educación decía que una vez realizado los cuestionarios referentes a alumnos, padres, tutores y equipo directivo (un pastón en papelería) estos se guardaran en una caja, debidamente precintada y custodiada y que en el plazo de unos días una empresa se pondría en contacto con el Centro para recogerlos y llevarlos a la agencia evaluadora (por cierto, empresa pública con personal no-funcionario nombrado no se sabe cómo ni a cuenta de qué méritos, que cobran más que los funcionarios y a los que no les han recortado el sueldo ni les han quitado la paga extra)

Dicho y hecho, lo dejo todo preparado  y le comunico a la persona encargada para que esté pendiente, le explico que llamaran y toda la parafernalia a seguir. Pues bien, esto es lo que ocurre y dejo en boca de esa persona la transcripción de los hechos:

Desde hace varios días me han advertido que las Pruebas de Evaluación de Diagnóstico ya se han realizado en este Centro y los cuestionarios de la misma están dentro de una caja cerrada y con una nota pegada donde se especifica qué contiene, su procedencia y su destino, también me indican dónde se encuentra dicha caja debidamente guardada. La orden de la Delegación dice que llamarán por teléfono desde el organismo encargado de estas pruebas para avisar de cuándo vendrán a recogerla. Cuando esto suceda, debo dar la caja al mensajero que dicho organismo nos envíe. Hasta aquí sin problemas. Diáfano, más claro que el agua

Ha pasado ya casi una semana desde que me fue dicho lo anterior, y nadie ha llamado aún para anunciar que vendrán a recoger la dichosa caja.

Currando, mientras espero la ansiada llamada

Por fin, el jueves, a eso de las 12:30 horas p.m, suena el timbre del teléfono.  Descuelgo, y oigo al otro lado de la línea una voz  juvenil y femenina que, mecánicamente, me pregunta:

- ¿Es el IES tal...?

-Así es. Dígame qué desea-, le respondo.

-Le llamo de tal organismo (el encargado de recoger la citada caja). Haga el favor de tomar nota del número que le voy a dar.

-De acuerdo- le digo, y, raudo,  cojo un boli y el papel que tenía más a mano.

-Mire, el número que debe anotar sin dilación es el 902.xxx.xxx, y el lunes han de llamar ustedes para decirnos cuándo nos pasamos a recoger la caja con las pruebas de bla-bla-bla-

-Perdone, señorita- le corto- ¿ese número que me ha dado, el 902....?¿No es el mismo desde el que me está usted llamando?

-Sí- responde la chica.

-Y dígame, entonces usted me llama del mismo organismo que ha de recoger la caja de estas pruebas de bla-bla-bla.

-Sí, este es el organismo en cuestión. ¿Por qué lo pregunta?

-Mire, porque si es así, me parece innecesario que yo la llame el lunes. Desde ya mismo le doy la respuesta que, por otra parte, es muy simple: pueden ustedes venir a recoger la caja cuando ustedes quieran, es decir, hoy, mañana, el lunes, el martes..., el día que quieran y desde las 08:00 horas hasta la hora de cierre del Centro, es decir de 8 a 3 ininterrumpidamente. No hay ningún problema por nuestra parte.

Diálogo de ...... El que no quiere oír por mucho que le grites....

-No. No. Eso no puede ser -me responde la señorita-.  Han de llamar ustedes el lunes y decirnos cuándo podemos enviar a un mensajero para recoger la caja.

-Verá usted, señorita, -trato de razonar con ella- ¿No le parece absurdo que tenga que esperar hasta el lunes para decirle lo que ya le he dicho?

-Mire, yo estoy aquí haciendo lo que me han ordenado (me dice con cierto enfado-agobio, del que me apercibo).

-Usted disculpe, señorita: ya sé que usted es una trabajadora y que no tiene culpa de nada. Usted hace lo que le dicen, igual que hago yo... pero me atrevo a pensar que tiene usted una lista con los teléfonos y nombres de los IES  a los que va llamando, ¿qué tal si va poniendo al lado de cada Centro lo que le vamos diciendo?, que, sin miedo a equivocarme, todas las respuestas van a ser prácticamente iguales a la que yo le dicho: vengan cuando quieran.

-Lo siento. Mire usted a mí me han dicho que les diga lo que ya le he dicho, así que llamen el lunes a este número 902... y (levantando levemente la voz) me dicen cuándo podemos pasar a recoger la caja.

Al final, se lo tomó por la tremenda y se alteró un poquito

-Pero si ya se lo he dicho y repetido... -ahora el agobiado soy yo, soy muy sensible a las tonterías y enseguida me pongo nervioso-: por favor, vengan cuando quieran.

-Mire: haga el favor de no insistir. Llamen el lunes. Buenas tardes. (y, desabrida, cuelga el teléfono).

 Y nosotros, modositos, el lunes hemos llamado. Más de 4 minutos de espera con el teléfono pegado a la oreja y la línea retenida (disculpen las molestias, pero las líneas están ocupadas, soltaba una vocecita metálica), a no sabemos cuántos euros de coste el minuto; para decirles cuando por fin nos atendieron lo que ya sabían por activa y por pasiva. 

¿Cuántos miles de euros se han gastado todos los institutos y colegios de Andalucía en esta pantomima? ¿Es decir cuánto nos ha costado a todos los andaluces este sinsentido, esta ineptitud?¿A que cabeza pensante se le ha ocurrido este maravilloso protocolo de actuación? ¿Qué primo, hermano, amigo o cuñado de Zumosol se ha puesto las botas con el chollo este?

Epílogo: Cuando algo sale mal siempre el más tonto paga los platos

Y esto es una solitaria gotita de agua en el proceloso mar de los sargazos, digo de los sablazos.

En fin, que, como decía al principio, la cosa está jodida y sin visas de solución, mal que nos pese.