El sábado me pasé por
Mercadona y me compré un kilazo de gambones tamaño XXX por 7,35 € para, esa misma noche, hacerlos
a la plancha con su sal gordita por lo alto y hartarme de comer
su carnecita blanca y de chupar el coralito de sus cabezas. El caso es que, llegado el momento, mis
mujeres andaban algo desganadas y nos sobraron como 350 gramos, que, viendo el
panorama, ni siquiera llegué a hacer.
Los hermosisimos gambones
Sin problemas, pensé, estos no se estropean en un día. Mañana un
arroz de esos que quitan el sentido.Arroz con carabineros, pero sin carabineros.
A
las doce me meto en faena: pelo los gambones y los reservo; las cabezas y todas las carcasas las deposito en una olla onda con un generoso
chorreón de aceite; sofrío durante cuatro o cinco minutos mientras estrujo bien
para que salga todo el jugo, todo el coral de los enormes cabezones (este truco me lo enseño mi amigo José Andrés el de la tele). Cuando ya el olorcillo inunda la cocina y a mí me tiene arrebolado, añado tres hermosos vasos de agua y dejo que cueza
a fuego medio un largo rato, sin prisas.
Como bien se puede notar la foto ha salido de pena,
se supones que eso son las cabecitas sofriéndose en
la olla.
Diez minutos después esto está listo, retiro del fuego, cuelo el caldo y lo reservo.
Casi un litro de buen y cargado caldo
Cazuelita honda al fuego con su aceite de oliva correspondiente, añadimos la cebolla, sal para que sude y la dejamos que se haga a fuego lento hasta que se transforme en cristales trasparentes; es la hora de añadir el ajo y otro ratito ligando hasta que se vea que los trocitos de ajo toman un ligerisimo color tostado. Todo esto muy tranquilo, con un buena copa de somontano (Carles por mas seña) y un par de rodajitas de chorizo para que la faena se haga menos trabajosa. Por último el tomate picado y a dejar que se rehogue todo. En total las tres cosas me han llevado 25 minutos. Para postre le he añadido un vaso de vino blanco, cuatro vueltas de cuchara para que el alcohol se disipe, apago el fuego y me largo a tomarme una cervecita con la señora, que es la una y media y en Sevilla y a esa hora es un sacrilegio no acudir a la cita con nuestra amiga la Cruzcampo.
Los gambones que utilicé
Una hora después a rematar la faena:
Enciendo el fuego a tope, añado el arroz a la cazuela, lo mareo un poco y a mojarlo con el caldito que teníamos reservado. La proporción clásica, como quiero que salga un poco caldoso y el caldo está muy concentrado, he puesto tres unidades de agua por una de arroz. Cuando empieza a burbujear bajo el fuego a la mitad y en 12-15 minutos la cosa está lista. Un par de minutos antes de apagar el fuego añado los gambones.
El producto final.
¿Quién es el guapo que me dice que no son carabineros?
Unos minutos de reposo y a disfrutar como un cosaco.
Por 2 euros por barba comida de categoría, pero de autentica categoría.
¡Que lujazo!
Espectacular Ricardo!! Ya me gustaría incarle el diente a tu arroz con una buena copa de vino blanco!
ResponderEliminarQuerido Diego, gracias por tu cariñoso aliento, nada comparable con tu maravilloso y genial blog:
Eliminarhttp://contactoconlodivino.blogspot.com.es/
Te he copiado la idea y la receta. Muchas gracias por ambas!!!
ResponderEliminarA mandar, que para eso estamos.
EliminarEste fin de semana lo voy a intentar
ResponderEliminarEste fin de semana lo voy a intentar
ResponderEliminarMuy bueno, Ricardo. La próxima prueba un par de trucos mas:
ResponderEliminar* flamear con un buen whisky o brandy antes de añadir el agua a las carcasas.
*Añadir una cucharada de pimentón al acabar la cocción de caldo
* Pasar por la turmix y colar bien antes de añadir al arroz.
Yo además a diario lo hago en la olla rápida, con solo 5 minutos de cocción mas cinco de reposo una vez abierto y queda magnífico.
Gracias Kike. Me lo apunto para la próxima.
EliminarNunca se acuesta uno sin aprender algo.