domingo, 10 de marzo de 2013

09/03/2013. LOS PALILLOS

LOS PALILLOS

El día está primaveral pero traicionero y feo. Momentáneamente luce el sol y al cabo de un minuto te cae un aguacero de aúpa y señor mío. De las semanitas que llevamos ni te cuento, agua por un tubo, tanta que en esta Andalucía crónicamente sedienta estamos abriendo las compuertas de los pantanos so pena de que estos revienten; nos queda el consuelo de tener remanente de agua para unos añitos.

La cocina detrás de una cristalera y la cocinera japonesa trajinando en ella.

Como decía y a pesar de que el día se presta más al chándal, la litrona y una buena peli en la tele, cómodamente apoltronados en la butaca del comedor viendo caer el agua a través de los cristales, en un acto de inusitada valentía nos hemos armado de coraje y sin paraguas siquiera nos hemos lanzado al centro a pegarnos un garbeo y tomarnos una copichuela.


Hemos paseado por la Pila del Pato en dirección a la Alfalfa por ese laberinto de callejuelas que llevan a todos y a ningún lado en concreto. La Alfalfa a la una y media bulle de gente, los bares bastante llenos para lo tempranero de la hora. Siempre rebosa vida esta emblemática plaza, siempre se reinventa y siempre es grato darse una vuelta por ella. Comienzan a caer goterones de nuevo y raudos la atravesamos en dirección a Los Palillos, nuestro primer, último  y único destino de la jornada.

El carpaccio de dorada, con un toque andaluz de ajo laminado fritito

Este novísimo establecimiento se inauguró a finales de noviembre del año pasado y nos lo recomendó mi desconocida amiga Cova a través de un cariñoso comentario que hizo en la entrada anterior del Blog. Vaya de antemano mi agradecimiento. Los Palillos está en una esquina de la conocida  Plaza de la Pescadería, concretamente en c/ Huelva nº 22 y es un local chiquitito pero con una hermosa terraza (claro que para eso no puede estar lloviendo), además admite reservas llamando al  665 648 186.

El bar es estrechito y alargado, con mesas a un lado y la cocina al otro tras una inmensa cristalera; también tiene tres puestos mirando directamente a la cocina para disfrutar viendo trajinar a las dos cocineras japonesas mientras  preparan sushi o filetean una dorada, un toque muy al estilo japonés.

Los dos camareros que nos atendieron

La comida es japonesa por un lado, andaluza por otro y, lo más novedoso e interesante, una tercera vía que explora la combinación de ambas culturas y llega a su cenit con un Wan-Tum de prigá que está para tocarle las palmas.


El tataki de melva. ¡Cuatro trocitos de na!

Nos atienden dos chicos jóvenes muy agradables, pegamos la hebra y, como nos ven tan interesados,  durante todo el tiempo que estuvimos en el local no dejaron en ningún momento de irnos explicando los platos de iban desfilando delante de nuestra narices en dirección a otras mesas. Cerveza para empezar, de botella, un tercio de Cruzcampo (2 €) y nos ponen como aperitivo pepino macerado en soja. Simplemente voló.

Nos decantamos por la comida fusión y empezamos:

Carpaccio de dorada con zanahorias, daikon, apio y reducción de aceites especiados (3,80€). La dorada cortada en filetes finísimos y encima todo un volcán de lujuria. Inmejorable.

Tataki de melva (3,80 €). No aparece en la carta pero nos fue especialmente recomendado por uno de los camareros. De este plato debo decir que efectivamente estaba delicioso pero que, bajo mi punto de vista, era especialmente pequeño. Por cuatro trocitos de melva (los conté), cada uno de ellos del tamaño de una moneda de euro y del doble del grosor de la misma, me parece carísimo pagar 3,80 €.


Y dentro estaba la pringá.

Wan-tum de pringá. Ravioli oriental frito (3,50). La pringá de toda la vida metida en un ravioli finísimo y crujiente y con alguna salsa de vaya usted a saber. Este sin embargo, a diferencia del anterior, nos pareció bastante generoso, dos raviolis por cabeza y encima cojonudos.

Mini burguer de langostinos sanluqueños en pan blanco artesanal con mayonesa suave y láminas de aguacate (3,80 €).

Mini burguer de pez espada a la plancha en pan NEMO (algas y tinta de calamar) con mahonesa de soja y sake (3,80)


Minis de langostinos y de pez espada

Las dos buenísimas, distintas, pero ambas muy bien. Están de moda las mini hamburguesas y hoy día no hay establecimiento que se precie que no tenga alguna en su carta y el pan NEMO está que se sale, a mí me gusta pero no para tirar cohetes.


Eva se cambia al tintorro: copa de Rioja Vega (2 €) con uva graciana y garnacha. De un tiempo a esta parte se han puesto de moda unas copas para vino que no me gustan ni un pelo, son copas para el vino blanco pero se utilizan para todos. Cuando el camarero escancia el vino  y este llega al ángulo bajo de la copa, cortan para que estéticamente quede más bonito; pero, coño, la cantidad que te ponen es minimalista.


De nuevos nos dejamos aconsejar y nos decantamos por un Prensado (4 €). El prensado es una torta del mismo arroz que se utiliza para el suhsi pero que lleva tiritas de zanahoria y col fermentada; encima tiene trocitos de aguacate, tortilla cortada en hilo y dos cortes de pescado, salmón y dorada; todo coronado con caviar (huevas de lumpo y capelán). Nos gustó bastante. El arroz sin más ya estaba de muerte, con todo lo demás no te cuento nada.

El prensado. Muy bueno

Por último nos pedimos unas Gyozas, empanadillas japonesas rellenas de cerdo, puerro y col china (5,50 €). Se repite la historia del tataki, tres empanadillas no pueden costar 5,50 euros por muy logradas que estén, que lo estaban. Abusivo.
Nos llevó un rato apreciar el sabor de las empanadillas, a cerdo no sabían; al final Eva dio con la tecla: saben a las salchichas criollas que venden en Mercadona que a nosotros nos encantan, seguro que de esto no están hechas, pero tienen un regustillo muy parecido.


Las tres empanadillas. Demasiado caras

En consecuencia: 5 cervezas, 1 copa de vino y las 7 tapas 38,20 €.

Conclusiones:
La comida estaba exquisita
El sitio es una gozada viendo trabajar a las cocineras y admirando su pericia.
Algunas tapas excesivamente caras para la cantidad que ponen.

Por la calidad de los productos, la atención, la cocina y el servicio de daría un siete muy alto rozando el ocho, pero por lo rácano de alguna de las dos  tapas que hemos pedido se lo bajo un poco.

Hemos estado después en varias ocasiones y tengo que reconocer que el sitio ha mejorado y el problema del vino se ha solucionado y mi amigo Fernando siempre nos ha atendido maravillosamente
Fernando, uno de los artífices del milagro, con mi mujer, mi hija y el menda


PUNTUACIÓN DEL ESTABLECIMIENTO: 7,75

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5 comentarios:

  1. La puntuacion, como siempre exacta; es un placer coincidir con sus gustos.
    El blog, el mejor de Sevilla. Exento de chauvinismos, preciso, mesurado y cuando se acude al lugar comentado, brindamos por Vd y sus acompañantes: siempre es un acierto. Un pero, debe salir mas, realizar mas criticas y si es preciso sus lectores deberiamos constituir un fondo y financiarle.
    Un cordial saludo,
    Jose Joaquin

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    1. Querido amigo José Joaquín ya me gustaría salir más a menudo, pero durante la semana tengo trabajo por los ojos, mi economía no da para mucho más y por otro lado tengo otras devociones que cuidar (recoger setas, pescar, charlar con los amigos, leer, escribir, etc). En cuanto a la idea de hacer una porra y sufragar gastos me parece cojonuda, pero cojonuda de verdad, pero amigo mío no caerá esa breva. A ver si algún medio me contrata para una crónica semanal, aunque no creo, mi escritos tienen un tufillo irreverente e "iconoclasta" que no pega muy bien con lo encorsetado de la prensa. De todas formas muchas gracias por los inmerecidos piropos y un placer que me leas.

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    2. Gracias a Vd. Esta noche, siguiendo sus recomendaciones, toca Casa Paco. Hemos reservado, pues seria la tercera vez que nos podriamos quedar sin paladear ese bacalao que gusta a su hija. Los cuatro amigos que vamos le recordaremos y tras un buen yantar brindaremos por Vd y sus comentarios.
      Saludos.

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  2. Qué buena reseña Ricardo, como siempre. Ahora tendremos que volver a Los Palillos para probar tus recomendaciones. (Te confieso que en algunos sitios miramos mas tu post que la carta).

    Una pena que te perdieses el postre: sólo tienen dos y están deliciosos!

    Un saludo,

    Cova

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    Respuestas
    1. Mucha responsabilidad me echas sobre mis espaldas amiga Cova. Respecto del postre confesarte que sólo lo tomamos cuando nos acompaña la golosa de mi hija. Muchas gracias por tus amables palabras y si algún día me ves por algún barecillo no dudes en saludarme, a mi me encantará hacerlo.

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