Vaya por
delante que nunca en mi vida he comido en un McDonald´s y creo que mucho tienen
que cambiar las cosas para que lo haga en un futuro próximo.
Montones de
veces he acompañado a mi hija a este tipo de establecimientos y, ni por asomo,
he tenido la menor intención de catar lo allí expuesto, es más, me produce
verdadero desagrado y malhumor el hecho de tener que hollar estos lugares.
Viene esto
a colación de un correo que me manda mi buen amigo Rafa Moreno, correo
asombroso por el contenido y edificante por la moraleja. Tan interesante me ha
parecido que lo transcribo en su integridad, utilizando el colorido lenguaje
sudamericano.
McDonald´s se fundió en Bolivia por desinterés
del público y cierra todos sus locales.
Todos los
esfuerzos desarrollados por la cadena de hamburgueserías McDonald´s para insertarse
en el mercado boliviano resultaron infructuosos. De nada valió preparar la
salsa llajwa, favorita del altiplano, ni llevar a los mejores conjuntos locales
en vivo.
Después de 14 años de
presencia en el país, y a pesar de todas las campañas habidas y por haber, la
cadena se vio obligada a cerrar los ocho restoranes que mantenía abiertos en
las tres principales ciudades del país: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la
Sierra.
Se trata del primer país
latinoamericano que se quedará sin McDonald´s y el primer país en el mundo
donde la empresa cierra por tener sus números en rojo durante más de una década.
El
impacto para los creativos y jefes de marketing ha sido de tal fuerza que se
grabó un documental bajo el título “Por qué quebró McDonald´s en Bolivia”,
donde intentan explicar de algún modo las razones que llevaron a los bolivianos
a seguir prefiriendo las empanadas a las hamburguesas.
El documental incluye reportajes a cocineros,
sociólogos, nutricionistas, educadores, historiadores y más, donde hay una
coincidencia general: el rechazo no es a las hamburguesas ni a su gusto, el
rechazo está en la mentalidad de los bolivianos. Todo indica que el “fast-food”
es, literalmente, la antítesis de la concepción que un boliviano tiene de cómo
debe prepararse una comida.
En Bolivia, la comida para ser buena requiere, además
de gusto, esmero e higiene, mucho tiempo de preparación. Así es como valúa un
consumidor la calidad de lo que se lleva al estómago: también por el tiempo en
que se hizo el manjar. La comida rápida, no es para esta gente, concluyeron los
norteamericanos.
Casi nada al aparato:
gusto, esmero, higiene y tiempo. Nada más que decir.
A ver si aprendemos de una vez por todas.
A ver si aprendemos de una vez por todas.
Aplausos a los bolivianos. Y si quieren hamburguesas como Dios manda aquí les dejo una buena receta
ResponderEliminarhttp://contactoconlodivino.blogspot.com.ar/2011/04/hamburguesas-caseras.html
Hace unos años, en la localidad de Olot, província de Girona, se cerró un McDonald's por el rechazo de los lugareños.
ResponderEliminarMás o menos por lo mismo, rechazo a la comida rápida, pero más en concreto a la "calidad" de esa marca y por por rechazo al estilo americano de alimentación.