La primera vez que probé las albóndigas de
choco creo que fue en La Jarana y me encantaron, tanto me gustaron que a partir
de ese dichoso día se convirtió en una tapa fetiche, que llegaba a un sitio y
las había pues, sin duda, pedía una tapita para probarlas.
Otro día cayó en mis manos un suplemento del
dominical del ABC y por una de esas inescrutables casualidades de la vida en él
aparecía el maestro Martín Berasategui (al que Dios guarde e ilumine muchos
años) explicando con sumo detalle la receta de las susodichas albóndigas.
Con el tiempo he ido perfeccionado la
técnica, y he tenido la osadía (autentico sacrilegio hacerle eso a un chorrocientas
estrellas Michelin) de ir modificando la receta original; aquí meto un nuevo
ingrediente, allá suprimo otro o cargo la mano con un tercero para potenciar un
sabor en particular. También he cambiado algo los tiempo de cocción y al final
me he confeccionado mi propia receta para deleite de mi mujer, mi hija, el que
escribe y la ristra de familiares (hermanas, cuñados, etc) y adláteres que
parece que se lo huelen cada vez que hago una cazuela. Durante años plato
obligado en la mesa en la comida familiar de Reyes.
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Y aquí lo tenemos ya limpito y despelotao |
Como
en los brindis toreros: ¡Va por ustedes
señores!
INGREDIENTES
1 choco hermosote
Un buen puñado de gambas arroceras
Un buen puñado de gambas arroceras
4 dientes de ajos
2 cebollas
Pan rayado
2 huevos
3 cucharadas de tomate frito
Laurel
Azafrán
Pimienta negra
Perejil
Sal
Vino
blanco (si es manzanilla mejor que mejor)
PREPARACIÓN:
1.- Se pica todo junto: 1 kilo de choco
limpio, las gambas, 4 dientes de ajo y un buen puñado de perejil. Añadir a la masa
resultante 4 cucharadas soperas de pan rayado, 2 huevos batido, un vasito de
vino blanco (últimamente las estoy haciendo con manzanilla), un poco de
pimienta negra molida y sal al gusto. Mezclar todo muy bien y dejar reposar la
masa de un día para otro en la nevera (si la dejas un par de días mejor que
mejor). El choco lo pico en la Turbochef y si me encuentro saleroso a cuchillo,
eso sí, tomándomelo con calma
3.- En el mismo aceite se refríen a fuego
lento dos hermosas cebollas picadas que una vez doradas, se pasan por la túrmix
y la salsa resultante va a una cacerola junto a un vaso de vino blanco, 3
cucharadas soperas de tomate frito casero, 3 hojas de laurel y una ración generosa
de hebras de azafrán. Dejamos hervir
unos minutos y ajustamos de sal.
4.- En esta salsa introducimos las albóndigas,
cubrimos de agua (si es posible en lugar
de agua utilizamos caldo de la cocción de cabezas de las gambas, otra opción muy
socorrida es poner una pastilla de caldo de pescado) y dejamos cocer 10-15
minutos. La salsa debe quedar espesa (podéis sacar las albóndigas y reducir la
salsa si es necesario hasta que esté brillante y cremosa).
Es usual acompañar el plato con patatas fritas, yo no lo suelo hacer; a mí me gusta que las albóndigas reinen en el plato enseñoreándose del mismo, sobresaliendo como pequeños balones en un lujurioso mar ligeramente azafranado.
Ya solo restar poner una mesa acorde a las
circunstancias, cuatro velas, un vinillo blanco bien frío, una hermosa vajilla
y una buena hogaza de pan para mojar y dejar el plato tan limpio que no haga ni
falta poner el lavavajilla.
¡Ole los chocos y ole Cádiz por parirlos!
ummm la semana que viene las hago, se me acaban de antojar. Me ha encantado. Ya te cuento que tal. Un beso.
ResponderEliminarSiempre es bueno hacerle caso a los antojos y tu de eso, en estos momentos, algo debes de saber. Un beso preciosa
EliminarRicardo, mi armaaa! Los chocos la gamba blanca el jamon de Jabujo y el Rocio son de Huelva. Dicho ezto, viva Cadiz!!!
Eliminar¡Qué pintaza, por Dios! Con un vinito blanco con su escarcha...¡para qué más!
ResponderEliminarCon uno blanco, tinto, manzanilla, moriles o lo que caiga a mano. Besazos Belen.
EliminarNormal que se le hayan antojado a Carolina, ¡menuda pinta! Yo sólo las he hecho una vez para salir del antojo también, me cargué la picadora y tuve que acabar picando el choco a cuchillo, así que de aquí a que se me olvide me deleitaré leyendo tu receta y degustándola con la vista. Un beso, Ricardo.
ResponderEliminarYo utilizo un robot de esos de cocina (Tubochef se llama) y lo pongo al mínimo y en un minutillo esta listo, a mano me lo pensaría aunque a mí un buen cuchillo me chifla. En Sevilla hay muchos bares donde las ponen de muerte, a mi me encantan en La Monteria (más conocido por Joaquin Marquez y su famoso salmorejo) que está a principios de Felipe II. Un beso a la tercera, que no la última, de lashermanasyunamarx.
EliminarPor cierto ¿lamarx está desaparecida en combate?
uuuuf que hambe me ha entrado al ver las albondigas de choco y esa salsa maravilloso
ResponderEliminarLa mejor forma de combatir el hambre es.......ya sabes, a buen degustador pocas palabras basta. Gracias por la molestia de dedicarme unos minutos
Eliminarme quedo con tu receta que me ha encatado , besitos
ResponderEliminarCatalina que puedes quedar cno todas mis recetas y con todas las que pondré en el futuro, por eso están puestas, para que se haga uso de ellas. Un achuchón culinario
EliminarPues habrá que probarlo sí o sí. Aunque estoy deseando viajar de nuevo a Sevilla y probarlo allí! Saludos.
ResponderEliminarRey David mejor te vuelves a Sevilla y una vez aquí te pegas un homenaje, si no puede ser, ya sabes a cocinar y prepararte una hermosa cazuela que tengas para unas cuantas veces. Seguroque lo bordas. Gracias majestad
Eliminaruffff...de casualidad me he encontrado con tu blog y ...me pongo a leerlo de cabo a rabo....gracias por tantos articulos ...saludos
ResponderEliminarGracias a ti por tomarte la molestia de hacerlo. Espero que algo de lo que hayas leído te haya servido de algo o al menos te haya gustado. Gracias de nuevo por tu comentario
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